domingo, 20 de diciembre de 2020

Cicatriz - Juan Gómez-Jurado

Cicatriz - Juan Gómez-Jurado
"Todo lo que sucede a mi alrededor parece ficción, como una película pésimamente iluminada, de esas rodadas para televisión hechas deprisa y corriendo en vídeo digital. Con actores malos y líneas de diálogo deplorables, y un guion tan predecible como una de esas pinturas para niños en las que hay que unir los puntos para que salga una figura."

Este primer párrafo extraído de Cicatriz de Juan Gómez-Jurado define perfectamente mi experiencia leyendo esta novela.

Juan Gómez-Jurado no lo descubrí como escritor, primero lo conocí como uno de los integrantes del programa Todopoderosos o Aquí hay dragones. Fue en estos programas que me enteré que era escritor y, además, un superventas. Es lo que tiene ser un puto antisocial y vivir dentro de tu pequeña burbuja que no te enteras de estas cosicas. Pues nada, que cuando tuve la oportunidad me compré unos libros del susodicho. Y el resumen ha sido: Pero ¿qué mierdas...? ¿cómo...? ¿qué...? pero ¿por qué...?

Esas han sido las preguntas que han ido surcando mi mente mientras leía la novela. Lo mejor de Cicatriz es que es muy fácil de leer, el gran pronlema es que te estás zampando una puta novelización de una trhiller barato de antena3 de un sábado por la tarde. Y el muy cabrón ya te lo suelta en el segundo capítulo: parece una película de esas rodadas para televisión hechas deprisa y corriendo en vídeo digital... Pero ¡serás mamonazo! Me gustaría pensar que es una broma que el propio autor te mete al principio para avisarte que él tiene muy claro lo que te estás tragando. Lo bueno sería que en algún momento te hiciera entender el porqué estás leyendo este gran truño. Por ejemplo, que descubriésemos que los protagonistas están participando en una peli de mierda sin saberlo y que, en algún momento del relato, estos acaban tomando consciencia de ello. Lo que en el cine se llamaría hacer un El último gran héroe.

Pero no, el muy canalla simplemente te está haciendo un spoiler en el segundo capítulo de lo que te depara esta novela: estás leyendo un puto telefilm de sábado por la tarde. Sin broma final. Vaya par de cojonazos cuadrados se gasta el colega. Espero no haber escogido la peor novela del autor para empezar porque por desgracia se me han pasado, de golpe, las ganas de leer cualquier otra que haya publicado. 

martes, 1 de diciembre de 2020

domingo, 1 de noviembre de 2020

Humo y espejos - Neil Gaiman

"La mayoría de los cuentos de este volumen tienen eso en común: el sitio donde acabaron llegando no era adonde yo esperaba que fuesen cuando los empecé. A veces la única forma de saber que un cuento había finalizado era cuando ya no quedaban palabras para escribir."

Y este párrafo es el que más me ha gustado del libro de relatos Humo y espejos de Neil Gaiman. Reconozco que soy un poco raro remarcando un texto de un prólogo pero es que ya me sucedió lo mismo cuando leí el libro de relatos del mismo autor Objetos frágiles donde me encantó descubrir un texto similar. En esa ocasión Gaiman explicaba que sus personajes terminaban por tener vida propia y que tomaban sus propias decisiones muy a su pesar. Me ha hecho gracia descubrir que un libro leído justo cuatro años antes del mismo autor me haya provocado una reacción tan parecida, casi calcada. Y ya que la experiencia ha sido la misma voy a sacarme el troncho y copiar exactamente la misma crítica que puse para el otro título y que me servirá igual. Gaiman estaría de acuerdo.

El libro es una recopilación de cuentos cortos y poesías del autor y, como siempre pasa en estos casos, el resultado ha sido desigual. Que para leer en el metro o en un viaje corto va de puta madre pero para aguantar un buen rato de lectura se me hacía complicado. Y como digo, no es culpa de este libro, es lo mismo que me pasa (y supongo que le sucederá a todo el mundo) cuando leo cualquier recopilación de cuentos. Los que te gustan se te hacen demasiado cortos y los que no te gustan demasiado largos. Resumen: nunca acabas contento. Además, como gusto personal, las poesías no me atraen en absoluto (ya no mencionemos las poesías traducidas). Pero como explica el mismo Gaiman el libro lleva esas poesías por el mismo precio que si no las hubiera llevado, así que bien por el autor.

Por otro lado me ha encantado un detalle del contenido: el prologo. En realidad, porque soy un poco raro y siempre me gusta saber cómo los escritores sacan sus ideas, me encanta el prólogo de este libro porque Gaiman hace un resumen de cómo surgió cada relato. Esa tontería me ha enamorado, querría que todos los libros llevaran una pequeña parte del cómo se hizo, los comentarios del director y cosas parecidas. Me enamoró pensar que el señor Neil ideó unos cuentos con una estructura determinada y, una vez los empezó a escribir, los personajes se le revelaron y se le rebelaron y las historias acabaron siendo completamente diferentes a como él se los había imaginado en un principio. Que eso le suceda a un escritor y lo reconozca, me hace pensar que no soy tan inútil cuando yo intento escribir un cuento y los hijoputas de los personajes no me hacen ni puñetero caso y se me acaban sublevando. Vamos que no soy tan raro y eso es bonito. Además, este libro me dio ánimos para continuar con mis cuentos absurdos y no dejarlos tirados. Ya no controlaré tanto a mis personajes, les dejaré su espacio para que crezcan y tengan vida propia y yo solo lo pondré por escrito.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Tente Nave Sky Fighter V

¿Qué sucede cuando te aburres en casa y hace poco que has comprado un lote (que no necesitabas) de piezas de Tente? Que acabo perdiendo el tiempo creando una nueva construcción que, una vez acabada, consideraré que es una puta basura. 

Me gustan las naves espaciales y, desde hace un tiempo, tengo ganas de hacer la nave clásica que aparecía en la serie de lo 80 V, los visitantesMe parecía una nave resultona y que no necesitaba una gran cantidad de piezas. A parte, las versiones que había encontrado por internet de diferentes customs no me acababan de convencer y quería aportar mi solución de construcción. Tenía una idea en mente y lo iba a intentar. El problema es que a medio camino he empezado a ver que las dimensiones de la nave eran demasiado grandes, así que he ido reduciendo el tamaño hasta que el resultado final, para variar, no me ha acabado de convencer. De nuevo he hecho la versión "marca blanca" de la idea que tenía en mi cabeza. Y no por falta de piezas, más bien por algún error de procedimiento o conexión desde mi cabeza a los dedos de mi mano. En definitiva, aquí mi fallida versión del Sky Fighter de la serie de televisión V:


Y, finalmente, un pequeño añadido para que la nave parezca más "real". 

Nada más, otra nave que más pronto que tarde pasará por el taller de reciclaje a ver si en la siguiente intentona sale algo más decente.

PD: Aquí pongo el enlace a otras naves que construí y que me siento más orgulloso. La Flota Thor-Intergalax y la nave que más cariño le tengo la SpaceShip.

jueves, 1 de octubre de 2020

martes, 15 de septiembre de 2020

El hombre en el castillo - Philip K. Dick

El hombre en el castillo - Philip K. Dick
En una época donde te encuentras conspiranoicos hasta debajo de las piedras mi última lectura ha sido del más grande de todos los grandes conspiranoides del planeta Philip K. Dick y su novela El hombre en el castillo.

Con el señor Dick me sucede una cosa muy particular, hay cuentos que me encantan y otros que odio (o me aburren) de forma supina. El término medio con este pobre hombre no existe. Hacia tiempo que quería leer esta novela porque me habían contado maravillas de ella. Así que no podía fallar y no ha fallado, porque lo que acostumbra a gustar a todo el mundo yo no le pillo la gracia. No me ha gustado, idea original pero me he aburrido soberanamente.

Con esta novela me ha dado la sensación que todo sucedía de forma muy azarosa. Que sí, que la vida es exactamente así, pero los humanos somos muy especiales cuando leemos y no aceptamos el azar en las novelas. La sensación que en la siguiente página podía suceder cualquier cosa o que un personaje y su historia pudiese desaparecer porque sí por arte de magia me abrumaba constantemente. No lo paso bien cuando esto sucede y al final me aburro de tal manera que paso por dejar de leer la novela. Caxislamarsalá.

Por cierto, buscando información del libro descubro que el señor Dick decidió qué rumbo tomaba el argumento de la novela usando el antiguo texto chino I Ching. Hasta se comenta que el propio Dick no estaba de acuerdo con algunos detalles que surgieron. En resumen, que la sensación de azarosidad que he tenido leyendo la novela se sustenta en el cómo se creo la historia. Vaya par de huevazos que tuvo el escritor. 

domingo, 9 de agosto de 2020

Alta fidelidad - Nick Hornby

Alta fidelidad - Nick Hornby
Hoy me he acabado de leer la novela Alta fidelidad de Nick Hornby. Ésta ha sido una novela que, desde que vi la película homónima por los inicios del siglo XXI, he tenido en la lista de pendientes por leer. Ahora que ya tengo que sacarla de esa lista puedo asegurar que tranquilamente puede entrar en mi lista de las cinco novelas que más me han gustado de todos los tiempos.

Esa lista, si soy sincero, no sé qué otras novelas aparecerían. Seguramente 1984 y Un mundo feliz porque definirían mi visión catastrofista del mundo en el que vivimos y de ese futuro tan negro que nos depara. Quizá alguno de los libros de Terry Pratchett sobre el Mundodisco, simplemente por el hecho que a Pratchett lo considero dios, y que no haya un libro suyo en mi lista de mejores novelas sería un insulto. El problema es que no sabría decir cuál de ellas entraría. Por el mismo hecho alguna novela de Agatha Christie también tendría que entrar, en este caso la elección más simple y facilona sería poner Los diez negritos. Mientras voy pensando, recuerdo que no hace demasiado me enamoré de Úrsula K. Le Guin por sus relatos en Las doce moradas del viento, aunque no haya vuelto a obtener el mismo placer leyendo sus novelas pero ese libro tendría que entrar. Otra obra que metería sería Drácula por el simple hecho que me sorprendió que me gustara tanto una obra tan antigua y que creía fervientemente que el paso del tiempo le habría pasado factura. Por mi tipo de humor La guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams no debería faltar. No podemos obviar las historias leídas en mi niñez y que hicieron que de mayor continuara con este vicio. Para rememorar esa etapa alguna de Jules Verne también debería entrar en la lista de mis cinco novelas preferidas, quizá la más representativa sea la de Viaje al centro de la Tierra. Recuerdo que Conan Doyle también tiene una novela parecida pero, en este caso, si este autor tiene que estar representado en el listado tendría que ser por mi adoración absoluta a las historias de Sherlock Holmes. Aunque, de nuevo, no sabría discernir cuál de ellas tendría que ser mi favorita. Ostras, que se me olvidaba: Asimov no puede saltar de la lista, las novelas que a mi me flipan son las de la serie de los robots. Hay un relato en Yo, robot que simplemente da para masturbarse. Pensando en la ciencia ficción hay un autor que tiene mi corazón dividido, éste es Philip K. Dick. Tiene novelas que me parecen infumables pero otras que me encantan por su visión tan loca del futuro, de nuevo, no sabría cuál escoger. 

Mierda, creo que mi listado de 5 mejores novelas se me está escapando de las manos. Tendría que habérmelo preparado antes de empezar este post. Por cierto, ¿los cómics entrarían dentro de la lista? Porque si la respuesta es afirmativa tendría que poner alguno de Mortadelo y Filemón y los diez primeros números (como si fueran uno solo) de SuperLopez¡Oh mierda! Me estoy volviendo a dispersar.

miércoles, 29 de julio de 2020

La nave - Terry Pratchett

Y aquí termina mi experiencia en la trilogía de El éxodo de los gnomos de Terry Pratchett, al haber terminado de leer La nave.

En esta tercera entrega recupero las buenas sensaciones que había tenido en su primera parte y que habían decaído en su segunda. Así, en términos generales, valorando la trilogía en su conjunto, puedo declarar que El éxodo de los gnomos es la polla en vinagre. Por fin leo algo de Pratchett diferente al Mundodisco que consigue llenarme de la misma manera. Hasta ahora solo habían sido decepciones y había estado postergando esta trilogía por no acabar de deprimirme. Pero por suerte no ha sido así, aquí Tito Pratchett me recuerda al Tito Pratchett que me encanta.

Espero que, allí donde esté, este buen hombre esté escribiendo sin parar nuevos libros para otras tantas nuevas sagas. Así, cuando yo me muera atropellado por un autobús dentro de unos años, disponga de un buen surtido de novelas inéditas de Terry Pratchett para poder entretenerme durante el resto de la eternidad. 


miércoles, 22 de julio de 2020

Cavadores - Terry Pratchett

Y continuamos con mi experiencia en la trilogía de El éxodo de los gnomos de Terry Pratchett. Esta vez me he leído su segunda parte titulada Cavadores.

La primera novela me devolvió mi fe en Tito Pratchett en una saga que no fuese el Mundodisco. Y, ahora que he acabado esta segunda parte, me la ha vuelto a quitar. Bueno, quizá me he pasado cuatro pueblos, porque la novela no está mal pero sí es cierto que he tenido un poco la sensación de "bluf". O sea, que viniendo de las buenas sensaciones de la novela Camioneros, ésta me ha parecido un poco bajonera.

Me ha dado la clásica impresión lecturil que podría definir como "segunda novela de una trilogía en donde no sucede demasiado y que solo sirve como excusa para llegar al tercer y último acto". 

Pero como no quiero quedarme con esta sensación agridulce y lo que quiero es valorar la trilogía por completo, ¡allí que voy a por la tercera parte!

miércoles, 15 de julio de 2020

Camioneros - Terry Pratchett

Camioneros - Terry Pratchett
Hace tiempo que estoy intentando leer todo libro publicado de mi querido Terry Pratchett. Soy muy fan de este señor y, en general, me gustan todas las novelas de su saga del Mundodisco. Por desgracia, me pasa todo lo contrario con las obras que no pertenecen a esta serie. Es por eso que al empezar a leer la primera parte de El éxodo de los gnomos, Camioneros, me temía lo peor. Pero ahora que ya he acabado ¡oh, sorpresa! me he encontrado al mejor Tito Pratchett, su mejor versión, el escritor que me pone morcillón.

¡Soy feliz como una perdiz! Porque después de leerme casi todo lo leíble de este hombre pensé que ya no podría volver a sorprenderme con algo suyo. Pero no, esta primera parte de la saga es de lo mejor que he leído, incluso podría asegurar que puede ser un buen libro para que un neófito de Terry Pratchett empezase a leer al autor. Mejor que los primeros libros del Mundodisco. 

Pero bueno, no me quiero precipitar con mi valoración, como solo es la primera parte de una saga de tres libros, voy a esperar a leer el resto de volúmenes para hacer una valoración general.

miércoles, 8 de julio de 2020

Café solo - Agatha Christie

Hacía unos días que no leía nada así que he decidido leerme en un solo día la novela Café solo de Charles Osborne versionando la obra de teatro de la gran Agatha Christie.

Sí, ésta es una novela corta que se puede leer en un plis plas. Necesitaba algo rápido para pasar el rato y este libro servia. Era mi polvo rápido lecturil. Por desgracia no ha sido todo lo satisfactorio que esperaba. El principal problema ha sido que desde el principio de la historia ya sabía quién era el asesino. ¿Gracias a mi brutal perspicacia? Pues va a ser que no. En realidad conocía el final porque he visto la adaptación que han hecho para la televisión un millón y medio de veces. El otro problema que me he encontrado con la novela y esto si que es problema de la novela en sí es que las descripciones que hacía el autor eran bastante mierders. Ya sé que Agatha ha descrito la cabeza de Poirot como si tuviera forma de huevo. ¿Pero es necesario que cada dos páginas se haga referencia a ello? Coñe, que he llegado a un punto que si volvía a leer la puta comparativa huevil tiraba el libro dentro de una hoguera. Aquí sí que me ha parecido que la novela flojea un poquillo.

Seguramente debe ser más entretenido leer la obra de teatro que Agatha Christie escribió originalmente que no este sucedáneo. Seguramente me acabe enganchando de nuevo a la serie de TV. Seguramente me acabe tomando un café solo o mejor con hielo. Mientras esperaré a que vuelvan a echar el episodio por la tele.

domingo, 28 de junio de 2020

El museo de los horrores - H. P. Lovecraft

El museo de los horrores - H. P. Lovecraft
¡Bienvenidos a la nueva normalidad! Cubierto con una mascarilla para no contagiarme del Coronavirus me he leído El museo de los horrores de H. P. Lovecraft. Bueno, quizá no me lo he acabado pero lo he intentado.

Seré rápido con este libro de relatos de terror: no me ha apasionado ninguno de los relatos que he leído y he decidido no continuar con él.

Ahora que ya he acabado de hacer mi resumen quiero expresar una duda que me ha surgido al leer los relatos. Se supone que este libro es un recopilatorio de textos del autor H. P. Lovecraft pero en realidad todos los cuentos son de otros autores. En ese caso, ¿por qué ponen su nombre en el título? Básicamente porque todos los relatos los reescribió el señor H. P. Y aquí viene mi duda: ¿el autor de cada relato es el que lo escribió originalmente o Lovecraft por reescribirlo? ¿No serían los dos? Estaría bien que hubieran unas páginas previas a cada relato explicando las diferencias entre el original y el reescrito para ver qué es aquello que ha cambiado. Creo que ese previo sería lo que más me hubiese gustado del libro.

Pues nada, a cascarla, me voy a leer otra cosa.

domingo, 21 de junio de 2020

Los desposeídos - Ursula K. Le Guin

Los desposeídos - Ursula K. Le Guin
Último día del confinamiento. Me he acabado de leer Los desposeídos de Ursula K. Le Guin. Creo que se nos rompió el amor después de tanto usarlo.

Pues parece que lo que despertó el Coronavirus ha muerto definitivamente una vez se ha acabado el confinamiento. Porque cuando leí a principio de la cuarentena Las doce moradas del viento de tita Le Guin pensé que me había vuelto a enamorar. Todos sus relatos me emocionaron, así que era más que evidente que me iban a gustar sus mejores novelas.

Después de los relatos me leí un par de novelas cortas de Ursula y, en ese momento, ya empecé a ver aquellos pequeños vicios que siempre se pasan por alto al principio del enamoramiento. Solo eran novelas cortas, no eran sus mejores obras, además una de ellas se inspiraba en el relato que menos me había gustado de las doce moradas. Así que lo dejé correr, obvié aquellas pequeñas decepciones porque suponía que ya conseguiría alguna de sus grandes obras maestras y mi pasión hacia Ursi renacería con más fuerza.

Y, hete aquí, que el primer día que ya permitieron abrir los comercios dentro del estado de alarma me dirigí a una librería nueva que había abierto aquel mismo día y, como si algún dios hubiese respondido a mis plegarias, me encontré con el libro de Los desposeídos esperando triste en una de sus estanterías. Parecía que todo era perfecto... hasta que me lo empecé a leer.

Tengo que ser yo, lo sé, porque no hay nadie en el mundo que no le flipe esta novela. Pero es que yo no entré en la historia en ningún momento. Podían haber muerto todos sus protagonistas de una forma inhumana y yo me habría quedado igual. ¿Pero qué pasooooo? ¡Si me gustaron sus cuentos cortos! Me había convertido en su fan número uno. Quería pedirle matrimonio a Ursula (bueno, si aún estuviese viva). Pero todo se fue al garete, ese gran flechazo se esfumó de golpe. Y lo peor de todo es que el cuento corto "El día antes de la revolución" (muy relacionado con esta novela) fue uno de los que más me gustaron de la colección de las doce moradas. En unas pocas páginas de un relato la autora me había llevado mucho más lejos y me había emocionado mucho más que en toda la novela de Los desposeídos. ¡Maldita sea! ¡En este caso el tamaño si que importa! 

Ahora tengo miedo de leerme algo más de Ursula. Si vuelvo a tener otra decepción los recuerdos de lo que sentí aquella vez, en una extraña semana de confinamiento, se perderán para siempre como lágrimas en la lluvia. Olvidaré tu nombre, tu cara, tu casa y pegaré la vuelta. Por eso seguramente no volveré a leer nada más de tita Ursula, porque sé que lo voy a lamentar, tal vez no ahora; tal vez ni hoy ni mañana; pero más adelante, toda la vida. Pase lo que pase siempre nos quedará Las doce moradas del viento.

viernes, 12 de junio de 2020

El mundo contra reloj - Philip K. Dick

Mundo contra reloj - Philip K. Dick
Ya falta menos para llegar al final del confinamiento por culpa del Covid-19 (aunque si lo piensas, siempre falta menos para el fin de cualquier cosa, también para el puñetero final del mundo). En resumen, hoy me he acabado El mundo contra reloj de Philip K. Dick.

Me gusta Philip K. Dick por su particular visión de la vida, el universo y todo lo demás. ¿Qué significa eso? Pues que el señor escribía cosas muy diferentes y más originales que otros autores contemporáneos por el simple hecho de estar "un poco más pallá que pacá". El pobre hombre era un autor un tanto alcohólico y paranoico y sus relatos así lo reflejan (vamos, que todo lo que normalmente no querrías para tu vecino o pareja nos parece de puta madre para un escritor si eso hace que sus obras sean mejores). Es un autor tan especial que hay obras que me encantan pero, a la vez, hay otras que no puedo con ellas y no he podido acabar de leerlas. Es un autor que amas u odias, de blanco o negro, de lo que parece seguro es que no hay un gris intermedio. Y, todo este peñazo de introducción, simplemente ha servido para hablar de mi primer gris Dickiano.

El mundo contra reloj me ha parecido una obra entretenidilla pero con una historia rápidamente olvidable. Ahora que escribo esto me viene una cita a la mente de un antiguo filósofo griego que define muy bien mi experiencia con la novela: "Cuando brille el sol te recordaré si no estás aquí. Cuando brille el sol olvídate de mí".

En esta novela el tiempo se ha invertido. Los muertos reviven y las personas van rejuveneciendo hasta el punto de volver a ser un feto. El señor Dick plantea un mundo donde todo sucede al revés de lo que estamos acostumbrados y, conociendo la particular mente del autor, di por supuesto que sería una puñetera locura de narración. Pero no, es una aventura normal y corriente, al final, lo del tiempo invertido no es más que una excusa, que todo vaya al revés no aporta absolutamente nada a la historia. En ocasiones puntuales puedes ver que la gente en realidad "desfuma" sus cigarrillos, dicen hola al despedirse y adiós cuando se encuentran o regurgitan la comida. Pero vamos, eso es una simple anécdota muy parecida a cuando Terry Pratchett te presenta el vino que provoca resaca el día anterior a la borrachera. 

Seguramente si así lo hiciera sería una novela ilegible pero ¿no tendría más gracia que Philip K. Dick nos hubiese contado una historia que hubiese ocurrido completamente al revés? ¿Una obra de fin a principio? En definitiva, ¿más Philip K. Dick?

viernes, 22 de mayo de 2020

La Corona del Pastor - Terry Pratchett

La Corona del Pastor - Terry Pratchett
Día "a quién le importa" de confinamiento, he terminado de leer la novela La Corona del Pastor de Terry Pratchett. ¡Dios ha muerto!

Sí amigos, Terry Pratchett ha muerto. Bueno, para ser exactos hace unos cinco años que el pobre hombre traspasó pero hoy, después de leerme su última novela del Mundodisco, he tenido la certeza de que, ahora sí, se había producido la muerte definitiva. Ya está, se acabó.
Es un día triste, estoy como alicaído y con una extraña melancolía que me ha envuelto por completo una vez he terminado la lectura del libro (también es cierto que llevar más de dos meses encerrado en casa por culpa del coronavirus no ayuda demasiado a cultivar la alegría). Pero, como que ya me conozco, he ido alargando este fatídico momento lo máximo que he podido. ¡Hace seis meses del penúltimo libro que me leí de Terry Pratchett! Durante todo este tiempo he vivido en un falso limbo de felicidad y armonía sabiendo que aún me faltaba un libro por leer de toda la serie. El Mundodisco aún tenía una última historia que contar. Y yo era feliz en ese falso limbo. Ahora todo mi mundo se desmorona.

Pero bueno, creo que será mejor dejar a un lado la sensación de que mi vida ha dejado de tener sentido y centrarnos en comentar el libro. No soy muy fan de las historias de la señorita Dolorido, básicamente porque están enfocadas a otro tipo de público mucho más juvenil que un individuo que coleccionaba las etiquetas de los Toi del bollycao hace unos treinta años. Pero aún así es una buena novela de despedida y da la sensación que así lo había planteado su autor. Aunque, personalmente, hubiese preferido que la última historia de toda la serie hubiese recuperado al mago Rincewind y cerrar así el círculo virtuoso abierto en su primera novela El color de la magia. O quizá haber hecho una especie de libro con diferentes cuentos cerrando cada una de las sagas que había creado. O quizá... quizá todo ha sido un sueño y el verdadero mundo es el Mundodisco. 

Cualquier cosa es posible en esta vida pero, por desgracia, solo una es segura: ya no habrá más novelas de tito Pratchett sobre el Mundodisco. Ninguna inédita aventura perdida en un cajón abandonado esperando ser descubierta para satisfacer a los fans más alocados. Ningún cuento a medio acabar. DiscWorld ha echado el cierre para siempre y... y la vida da asco.

PD: Leyendo una de las primeras páginas de la novela me he encontrado una frase que define muy bien mis años de trabajo en una empresa de informática: Pero la recompensa de trabajar mucho aparentaba ser siempre mucho más trabajo.

PD2: TÓMESELO COMO UNA PEQUEÑA RECOMPENSA POR UNA VIDA BIEN VIVIDA, PUES YO SÉ VER EL EQUILIBRIO Y USTED HA DEJADO EL MUNDO MUCHO MEJOR QUE COMO LO ENCONTRÓ. NADIE PUEDE PRETENDER MÁS QUE ESO.

RIP tito Pratchett

miércoles, 13 de mayo de 2020

Joyland - Stephen King

Joyland - Stephen King
Día ya-empieza-a-hacerse-largo-este-puñetero-confinamiento-de-los-cojones. Me he acabado de leer la novela Joyland del señor Stephen King. La vida sigue igual.

Vale, hace un tiempo juré que no me leería nada más de Stephen King porque después de dedicarle un año entero de mi vida a la lectura de sus obras pude deducir que no me pone cachondo el pobre hombre. Por desgracia, como que no tengo criterio alguno he decidido darle una oportunidad a otra obra suya. La única razón para hacerlo ha sido que mi anterior lectura fue una novela de Bradbury en donde nos metíamos en una especie de feria maldita. Joyland tiene una temática similar y me hacía gracia leérmelas seguidas. Puede parecer que esa razón no sea demasiado potente pero ¿no he dicho ya que no tengo criterio a la hora de elegir mis lecturas? Pos eso.

Como resumen rápido puedo decir que esta novela ha sido de las que mejor me han entrado del señor King. Con ella me ha dado la sensación que cuando más "sencilla" es la novela de tito Stephen mejor me entra. Lo que sí confirma es que Stephen King es un gran autor costumbrista disfrazado de autor de terror y misterio. Pero es que esta novela funciona mientras no ocurre absolutamente nada y eso sucede durante mucho rato. King lo soporto mientras describe sus personajes, cuando nos habla del primer desamor, las primeras experiencias... y, de fondo, te va dando alguna pista sobre algo paranormal que puede estar sucediendo en una feria. Hasta aquí la obra es entretenida, luego (como que King tiene que ser un puto autor de terror) cuando está a punto de acabar, aparece de golpe, y sin vaselina, la parte fantasmagórica del asunto. En ese momento todo se va un poco a la mierda. Y es que la misma historia sin fantasma (ni niño con poderes) funciona igual, no era necesario incluir la parte fantástica de la novela. Pero parece ser que los lectores de Stephen King no pueden vivir sin que aparezcan cosas rarunas en sus obras. Aunque, seguramente, lo que debe suceder es que algún directivo con mucho poder obligue por contrato a sacar algún fantasma o algo similar en sus novelas. Pero él, lo que realmente se acaba sacando es la puñetera chorra para poder escribir el final de la historia con ella. Muy bien tito Stephen, claro que sí guapi.

martes, 12 de mayo de 2020

Abu Simbel y mi odio hacia sus programadores

Después de dedicar una entrada al recuerdo de mi tierna infancia y al descubrimiento de un nuevo mundo llamado Amstrad CPC 6128, hoy quiero continuar indagando en aquellos recuerdos y hablar de los malditos juegos de aquel aparatejo. Iré paso a paso, quizá más adelante hable de todos los juegos que me marcaron y me arruinaron la vida, pero en éste primer post quiero dedicar mi tiempo a tratar con el juego que provocó las mayores y más terribles pesadillas infantiles que un humano pueda soportar. Ese desgraciado y adictivo juego, al más grande, al sublime, al mítico, al joputista "Abu Simbel Profanation".

Abu Simbel Profanation de Dinamic

En un ránking del 1 al 10, donde el 1 es "fácil" y 10 significa "escoge entre tener vida o pasarte el puto juego" a Abu Simbel le pondría un: "ojalá que los que idearon el juego vayan al infierno y disfruten de una eternidad llena de suplicios y vejaciones". Y no lo digo con resquemor, ¡de verdad! Pero seamos sinceros ¿era necesario crear más de tropocientas pantallas (cada una de ellas con más de mil maneras de morir tontamente) y solo disponer de nueve vidas de mierda? Porque ¿regalar una vida al pasar la mitad del juego era pedir demasiado? Porque esconder trampas que te aniquilaban todas las vidas de golpe y tener que volver a empezar ¿eso es ser buena persona? Porque hacer una portada chulísima con un pavo saltando por encima de una araña gigante en plan Indiana Jones
Carátula juego Abu Simbel Profanation

y encontrarse que en el juego eres una puta pelusilla rosa con ojos, boca, con patas y sin brazos... 


eso... eso ¿qué mierda es? Pues eso tendría que estar penado con muchos años de cárcel o, simplemente, sentenciar al programador al empalamiento público en medio de la plaza mayor del pueblo, y punto. ¡Sin acritud!

Pero aún con todas esas maldades yo me acabé viciando a ese puñetero videojuego. Y eso que me costó un tiempo increíble pasarme la primera jodida pantalla del juego. Y eso porque desconocía en un primer momento que la dichosa pelusilla disponía de dos saltos muy diferenciados: ¡el salto largo y el salto corto! Que es verdad que ese detalle lo habría descubierto en un primer momento leyendo las instrucciones del juego, pero también es tontería crear unas instrucciones si ya sabes que no me las voy a leer. En definitiva, que el puto juego era complicado de narices pero yo era un niño que si decidía acabar un juego se lo acababa, solo tenía que evitar distracciones chorras como comer, dormir o respirar.

Y, aunque parezca mentira, ¡ese día glorioso llego! ¡Oh sí, me pase el puto juego! Después de mil pantallas de mierda, de mil sufrimientos, de muchas horas invertidas y muchas neuronas muertas en el intento, conseguí descubrir aquello que nos deparaba a unos pocos privilegiados después de tamaño esfuerzo:
Final del juego Abu Simbel Profanation

¿Lo qué? ¿En serio? ¿Una pantalla estática y un par de frases dándote la enhorabuena? ¿Yatá? ¿Sin más? !Idos a la real academia hijos de la gran turca! ¡Por dios! Cuantas horas de no abrazar a mi madre, cuantas horas de no abrazar alguna mujer en general, cuantas horas de no estudiar, cuantas horas desaprovechadas sin poder ver la tele para ¡¡ESTO!!! ¡Por menos han asesinado a gente!

Pero bueno, como mínimo puedo decir que yo soy uno de los elegidos y, por ese motivo, en mi currículo lo primero que pongo antes que la mierda de estudios que tengo es: "Yo me pasé Abu Simbel y tú no".  


Valoración del juego:

-Nivel de dificultad: Supina.
-Nivel de jugabilidad: Nunca he sabido que coño significaba eso.
-Nivel de azúcar en sangre: Bien pero puede mejorar.
-Frase más repetida en el juego: ¡¡No hijo de puta no saltes ahora!! ¡¡Ahora no!!... ¡¡¡Imbécil era salto corto!!! ¡¡¡corto!!!!... ¿Si toco esto me mata? ¡¡Mierda!!
-Nivel de adicción: si alguien te dice de jugar a un juego de los 80, tú simplemente di ¡NO!

miércoles, 6 de mayo de 2020

La feria de las tinieblas - Ray Bradbury

La feria de las tinieblas - Ray Bradbury
Dia cincuentanosecuantos del confinamiento, hoy me he acabado de leer La feria de las tinieblas de Ray Bradbury, la vida es un asco. (Una cosa no tiene nada que ver con la otra, la vida ya daba bastante asco mucho antes de leerme a Bradbury).

Quiero aclarar que tengo un problema previo con este autor pero es que leyendo esta novela me reafirmo: ¡no puedo con su forma tan poética de contar sus historias! Que sus novelas son de lo mejor que hay en este mundo y que es el puto amo escogiendo las palabras, construyendo una melodía, haciéndote saborear cada detalle de la trama. Que está de puta madre todo, pero que yo lo que quiero es leer una novela. Sus poesías alargadas solo consiguen que mi mente dispersa desvaríe sin remedio, se convierten un muro impenetrable que hacen que nunca acabe conectando con lo que cuenta. Que es muy bonita su prosa, que es de lo mejor que he leído pero es que intento avanzar y me encuentro con un: 
"En ese momento vio cómo Jim se tapaba las orejas, y que también tenía los ojos húmedos. El silbato aulló, y Jim aulló contra el aullido. El silbato chilló, y Will chilló contra el chillido".

Para Bradbury la ruta más rápida para llegar del punto A al punto B es pasar por todas las letras del abecedario. Que sí, que muy bonito, pero para una mente dispersa como la mía lo único que consigue es que acabe vagando por cualquier mundo menos en el que pretendía el autor.

En resumen, yo soy más de 1984 que de Fahrenheit

PD: ahora voy a transcribir todo un capítulo entero que me ha encantado de esta obra. Es el capítulo 31:
"No ocurrió mucho más todo el resto de aquella noche."

¡Y ya está! Un capítulo con una sola frase y que no aporta nada a la historia... ¡brutal! Creo que es un buen resumen de mis días de confinamiento... y de mi vida en general.

domingo, 3 de mayo de 2020

Fantasmas - Chuck Palahniuk

Fantasmas - Chuck Palahniuk
Día después del ayer pero justo el anterior que mañana del confinamiento. Me he leído el libro Fantasmas de Chuck Palahniuk. 

Palahniuk es raruno, eso está claro. Por ahora solo me había leído Nana y, básicamente, no entendí nada de lo que ocurría. A pesar de todo, me leí la novela. Eso está bien. Ahora empiezo con Fantasmas, entiendo algo su trama. No consigo acabarme el libro. Nada tiene sentido en mi vida.
Fantasmas es una falsa novela (que no novela falsa). En realidad se trata de un libro de relatos con una historia común que intenta unirlos a todos. Eso, en un principio, me gusta. La historia se centra en un grupo de escritores que han sido encerrados en una casa para que en tres meses escriban su obra maestra del terror. Esto, por ahora, pinta bien. Los relatos son las obras que van escribiendo todos estos desgraciados. Hasta aquí la idea me parece brillante y considero que es una buena manera de plantear una colección de relatos. 

Empiezo a leer y los primeros relatos me parecen cojonudos. Continúo leyendo y la trama principal de los escritores me acaba cansando enseguida. Ahora ya solo quiero leer los relatos. Lo de los escritores solo me hace gracia un instante. Llego a la mitad del libro y los relatos ya no me parecen tan cojonudos. Parece como si los buenos los hubiera puesto al principio. La historia de los escritores ya me parece más que cansina, ojala mueran todos de una puta vez y solo queden sus pequeñas creaciones. Ya ni los relatos me apasionan. Decido que si el próximo no me gusta, dejo de leer. No leo más.

Resumen: La idea inicial me parece brillante y la forma de unir los relates muy interesante. ¿Problema? Que no ha funcionado. Quizá me mola más cuando no lo entiendo.

lunes, 20 de abril de 2020

Felicidades ya tienes Amstrad... nanananananana...

Hoy, aburrido de tantos días de confinamiento) inicio otro apartado en el blog (que quizá solo tenga un post, para variar) titulado "Nos hacemos viejunos". Esta sección tratará de cosas viejunas almacenadas en mi mente y que de una forma determinante han tenido importancia en mi vida. Aunque en realidad acabará siendo una sección donde pondré chorradas al tun tun sin ningún tipo de criterio alguno (como el resto del blog). Hechas las presentaciones, hoy empezaré hablando de mi primer ordenador: mi gran y querido (y difunto) Amstrad 6128... 
Amstrad CPC 6128 con juegos

La foto que publico no es otra cosa que mi pequeño mausoleo (dentro de mi habitación) dedicado a este gran aparatejo que me cambió la vida y, básicamente, ¡me la jodió por completo! Yo antes no sabía qué demonios era un ordenador y podía haber vivido felizmente sin saberlo. Pero ¡no! una navidad a finales de los 80 él entró en mi vida y todo cambió. 

Se supone que era un regalo para toda la familia, un ordenador personal para que mis padres pudieran llevar la contabilidad, hacer sus facturas y, de paso, ser usado como trasto lúdico para tener entretenido al pequeño de la casa. Como no podía ser de otra manera aquel engendro diabólico solo consiguió pervertir al eslabón más débil de la familia. Así que, a las pocas semanas, nadie, a parte de un servidor, usaba aquel Amstrad CPC. Aunque, eso sí, para intentar compensarlo le dediqué todo mi cariño y el que le tendría que haber dedicado a mi familia.

Malgasté mucho tiempo de mi vida jugando a todos los juegos que venían por defecto y también programando juegos cutres en Basic. Aquella dedicación completa al Amstrad originó en aquel niño el profundo deseo de querer convertirse en informático de mayor. ¡Craso error! Con los años descubriría que, en realidad, no quería ser informático, ¡solo quería vivir en un mundo dominado por los Amstrads y entregarme a aquel lenguaje de programación chusquero que era el Basic! ¿Quién se hubiese imaginado que en el futuro lejano el CPC no sería el dominador absoluto del mundo y de todas nuestras vidas? Ahora que ya me he hecho mayor maldigo aquel maldito día de navidad que trajeron aquel ordenador. 

Pero aquí no acaba la maldad de ese vil ente electrónico. Ese día no solo fue el fin de mi brillante futuro como playboy sino que ese puto engendro también acabó con mi inocente y tierna infancia. Y eso fue así por culpa de esos diabólicos videojuegos de los 80 y principios de los 90 creados por enfermos mentales, auténticos psicópatas sin vida (pero con mucho tiempo libre), jefes del mal y otros lunáticos que corrían libres por las calles de nuestro país. Pero ¿qué coño había hecho yo para merecer eso? Porque yo, antes de esa navidad era un chico decente, que nunca decía un puto taco de los cojones, que estudiaba, era sociable (aún mantengo muchos de mis amigos imaginarios de esa época) e intentaba no atropellar con mi bicicleta a las personas mayores (actualmente llamadas "viejas de los cojones"). Pero empecé a jugar a juegos del Amstrad CPC y todo eso cambió.


Carátula juego Abu Simbel Profanation
Ya iré hablando de todos esos juegos que me amargaron viciaron de pequeño, ahora solo quiero destacar un par de detalles que tenían en común: eran muy difíciles y las portadas producían el mismo efecto óptico que las fotos del McDonalds (que parece todo muy bonito en la foto pero luego la realidad es mucho más triste). Como ejemplo el gran "Abu Simbel Profanation" que su portada era muy molona con un protagonista que parecía un joven y atlético Indiana Jones, y luego te encontrabas con esto:



A mi me perdonaréis pero creo que eso se parece más a una pelusilla lila con ojos y dos patas a un joven Indiana Jones.
Pues nada, aquí mi recuerdo a ese gran ordenador. Espero que el Dios programador de los 8 bits le tenga en su gloria.

PD: el título del post viene por ser la canción de un anuncio de Amstrad de esa maldita época y que siempre he guardado en la memoria (pero nunca he visto por internete). Todo al ritmo de la canción de Congratulations de Cliff Richard



PD2: Y ahora que me fijo, que mal rollo que los dos juegos de baloncesto que tengo uno al lado del otro sea el de Fernando Martín y el de Drazen Petrovic.

martes, 14 de abril de 2020

Cuentos espaciales - Ray Bradbury

Cuentos espaciales - Ray Bradbury
Día "a saber cuál" del confinamiento. He acabado de leerme Cuentos especiales de Ray Bradbury. Relatista>Novelista.

"—¿Ocupación o profesión?
—Supongo que ustedes me llamarían escritor.
—Sin profesión —dijo el coche policial como si hablara consigo mismo."

He empezado con este extracto porque me ha hecho gracia leer esta conversación en uno de los cuentos. Ray Bradbury es de esos autores que su forma poética de relatar las historias me echa para atrás cuando intento abordar un libro suyo. A la vez, he ido descubriendo que ese efecto desaparece cuando leo uno de sus relatos cortos. Esta recopilación de cuentos espaciales no ha hecho más que confirmar este hecho. Además, mientras leía el libro me ha dado la sensación de estar leyendo una continuación de Crónicas marcianas, hasta existe uno de relatos que podría ser un descarte de aquella colección. 

No parece que ninguno de estos relatos vayan a pasar a la historia de la literatura pero eso da igual. Su lectura me ha dejado una sensación de bienestar y de buenrollismo encantador. Durante estos días de encierro me ha hecho recordar un viejo amor de verano (si el verano transcurriese en noviembre) que en su día me recomendó leerme a Bradbury. 

Resumen: Mi relación con Bradbury y con ese amor de juventud tienen algo en común, mejor cuanto más corto.

PD: seré un poco freak, pero al ver las pastillas de la portada no he podido dejar de imaginarme un código binario oculto. Dependiendo de la posición de la pastilla el valor equivale a un 1 o a un 0. Por lo tanto en la portada encontramos escondido el código binario: "1110 1100 0100" ó "0001 0011 1011". ¿Mensaje oculto? ¿Quizá mucho aburrimiento por culpa del confinamiento?

sábado, 11 de abril de 2020

Las tumbas de Atuan - Ursula K. Le Guin

Las tumbas de Atuan - Ursula K. Le Guin
Día "esto empieza a ser excesivo" de la cuarentena. Hoy me he leído Las tumbas de Atuan de Ursula K. Le Guin. Desencanto en Normandia.

La crítica a este libro de la Le Guin podría ser una copia de las sensaciones que tuve leyendo la primera parte de Los libros de Terramar. El resumen sería: me pilla ya un poco mayor. No es que el libro me desagrade, simplemente que me da la sensación que hace veinte años me habría encantado pero que a día de hoy, en medio de una cuarentena, pues como que va a pasar sin pena ni gloria por el recuerdo del listado de lecturas memorables que tengo en mi cabeza.

Estoy cada vez más asustado porque las sensaciones que tuve con las doce moradas no las he vuelto a tener con otras lecturas de tita Ursula. Parece como que el amor incondicional y de por vida que surgió al leer aquellas historias finalmente se han convertido en un bonito pero fugaz amor de verano. Quiero convencerme que eso no ha sucedido, que el amor hacia ella es puro y verdadero pero, desgraciadamente, no tengo ningún libro más de Ursula en mi librería para poder demostrarlo. Tendré que esperar que vuelvan a abrir las tiendas, quizá pueda hacerlo en una semana o quizá en dos... ¡Oh mierda! ¡quizá ya nunca pueda volver a comprar un nuevo libro!

viernes, 10 de abril de 2020

Tente Nave Exploradora Quarantine Fail

Ya llevaba unas semanas de cuarentena y, después de muchas horas perdidas en casa sin poder salir, se me ocurrió la brillante idea de hacer un nuevo custom con mis pieza de Tente. Después de tantas horas de confinamiento no sabía si sería el mejor momento para usar mi imaginación. Por fortuna el aburrimiento pudo más. Así que una tarde cualquiera, mientras el Covid hacía estragos por la ciudad, yo empecé a montar piezas de Tente al tuntún. No tardé demasiado en descubrir que mi cerebro no estaba para fabricar demasiadas construcciones originales. La cuarentena forzosa me había matado las neuronas.

Mi idea original era hacer una nave espacial exploradora (aprovechando las piezas serigrafiadas Explorer) y reutilizar la Estación Polar "Artic 2" ya que era un trasto que ocupaba mucho espacio y no me gusta demasiado.

Lo intenté con todas mis fuerzas y, después de demasiadas horas montando, decidí acabar el proyecto. Justo en ese instante mis vecinos salieron al balcón para aplaudir. Me sentí aludido (aunque los aplausos hayan sonado cada día del confinamiento). ¿El resultado final? Un fail de cojones. Quizá el peor custom de la historia mundial pero que siempre podré achacar a los efectos destructivos del Covid.

Tente Nave Exploradora Quarentine Fail

jueves, 9 de abril de 2020

Planeta del exilio - Ursula K. Le Guin

Planeta del exilio - Ursula K. Le Guin
Día "¿aún estamos confinados?", hoy me he acabado de leer la novela Planeta del exilio de Ursula K. Le Guin. Algo ocurre en el paraíso.

Otro intento para volver a sentir esa llama que se inició con la lectura de Las doce moradas del viento y, por desgracia, otra pequeña decepción al canto. La putada es que no tengo muchas más novelas de la autora para volver a despertar aquella pasión que se extendió dentro de mí como si de un coronavirus se tratase. Y eso de estar confinado dificulta notablemente el intento para adquirir nuevos títulos de la Le Guin. 

Me siento como si estuviese en un planeta exiliado, parecido al de la novela, sin la posibilidad de poder salir de casa para poder comprarme un nuevo libro y con el invierno acechando a la vuelta de la esquina (aunque estemos a comienzos de abril, pero es que no deja de hacer mal tiempo). ¡Dios, dame fuerzas para soportar esta difícil situación! Pero sobretodo, dame la oportunidad de volver a emocionarme con un nuevo libro de tita Ursula.

miércoles, 1 de abril de 2020

El mundo de Rocannon - Ursula K. Le Guin

El mundo de Rocannon - Ursula K. Le Guin
Día 200 del confinamiento (hora arriba hora abajo), decido dar un paso más y leerme El mundo de Rocannon de Ursula K. Le Guin.

Después de mi fulminante enamoramiento de esta octogenaria y difunta escritora de ciencia ficción he decidido dar un paso más allá en nuestra relación y leerme su primera novela. Es muy corta así que nada podía salir mal pero... pero no he sentido lo mismo que sentí la primera vez. Cierto es que de todos los relatos que me fliparon de Las doce moradas del viento esta novela bebe del cuento que menos me gustó. Ya es mala suerte. Pero lo cierto es que me sucedió lo mismo que con el relato, que me parece uno de tantos.

Quizá si no viniese de unas expectativas tan altas tendría un mejor recuerdo de su lectura, lo genial sería enfrentarnos a cualquier relato con 0 expectativas. Pero es que decidí leerme los libros de Ursula que tenía en casa justamente por lo que me había despertado sus relatos. Ahora no sé como me encuentro, si esto simplemente ha sido un bache, o si todo lo que viene a partir de ahora entre nosotros es la inevitable rutina que aparece en cualquier relación.

No voy a abandonar a la primera de cambio, tengo más novelas de Le Guin que leer, seguro que alguna me hará sentir lo mismo que sentí con su recopilación de relatos. Aunque si eso no sucede, siempre nos quedará el recuerdo del rato que pasamos en "Las doce moradas del viento".

sábado, 28 de marzo de 2020

Las doce moradas del viento (II) - Ursula K. Le Guin

Las doce moradas del viento (II) - Ursula K. Le Guin
Día 15 (o por ahí) del confinamiento. Me he leído la segunda parte de Las doce moradas del viento de Ursula K. Le Guin. Love is in the air!

Han sido unos cuantos días compartiendo confinamiento y la chispa parece haber prendido de tal forma que solo puedo considerar que Ursula y yo somos almas gemelas. Fuimos creados para pasar la vida uno junto al otro (obviando el pequeño detalle de vivir en continentes y épocas diferentes). Se nota que me estoy haciendo mayor y busco carne fresca, ya que he cambiado a la madurita Agatha Christie por otra autora más joven y lozana. Pero es que tenía que hacerlo. Me he tocado con uno de los relatos como hacía tiempo que no me tocaba. Leer el relato "Más vasto que los imperios y más lento" fue como si alguien hubiese escrito en un relato las paranoias que deambulan en mi cerebro. ¡Como si mi mente estuviese plasmada en un texto! Solo que bien desarrollada, perfectamente ordenada y mejor escrita. 

Hacía tiempo que no me emocionaba de esa manera con unos relatos. Quizá es culpa de la pandemia, quizá sea uno de los efectos secundarios del virus. Pero si eso es así, ¡por favor que sea una puñetera enfermedad crónica! 

Resumen: Parece ser que, p
or ahora, en pequeñas dosis, lo nuestro funciona. Quizá ya nos encontremos en ese punto que tendríamos que plantearnos ir un paso más allá y buscar algo más estable y duradero. ¿Vamos a por la novela corta?

martes, 24 de marzo de 2020

Las doce moradas del viento (I) - Ursula K. Le Guin

Las doce moradas del viento (I) - Ursula K. Le Guin
Y yo aquí, en medio de una crisis sanitaria del copón, confinado en mi casa sin nadie con quien hablar, con la única distracción del porno de una buena lectura, me he enamorado.

Quizá pueda sonar precipitado pero ha sido un amor a primera vista. Nunca pensé que llegaría a decirlo pero conocer a una encantadora octogenaria que lleva un par de años fiambre ha sido lo mejor que me ha podido ocurrir en mucho tiempo. Vale, ahora que lo he repetido en alto quizá suene un poco raro pero es que después de leerme la primera parte de Las doce moradas del viento me he enamorado de Ursula K. Le Guin.

Sí, solo es un pequeño libreto con alguno de sus relatos y, como siempre me ocurre, no me han gustado todos por igual. ¡Pero eso da igual! ¡Nadie es perfecto! Aunque quizá Ursi (porque me gusta llamarle de forma cariñosa) un poco más perfecta que el resto sí parece ser. Tiene algo que no tienen los demás. No sé que le hace especial, pero como dijo una vez un gran filosofo de la antigüedad: "me pone cantidubi dubi dubi me pone cantidubi dubi da".

Pero de verdad, ha sido algo que no se puede definir con palabras, ha sido un subidón de adrenalina que me ha venido muy bien en estos momentos de soledad y aburrimiento encerrado tolputodía en casa. Y no creo que haya tenido nada que ver haberme tomado esas pastillas de colores que me había vendido un gentil desconocido en el portal de mi casa.

Resumen: Para no precipitarme, diré que lo nuestro es solo el principio de una historia de amor, tengo la segunda parte de Las doce moradas para decidir si esta relación va en serio o solo fue flor de un relato.

viernes, 20 de marzo de 2020

El centinela - Arthur C. Clarke

El centinela - Arthur C. Clarke
Diario de la cuarentena, día 5... ¡¡¡vamos a morir todos!!!

Llevamos unos días de confinamiento en nuestras casas por culpa del coronavirus. Exactamente unos 5, lo que significa un auténtico infierno para los seres humanos o un finde largo para los putos antisociales como yo. Durante este tiempo he aprovechado para leerme uno de los últimos libros que me compré El centinela de Arthur C. Clarke.

Hace tiempo que me quería leer el cuento de El centinela así que este libro de relatos de ciencia ficción era un buen candidato a ser leído. ¿Y qué opinión me ha merecido este volumen? Pues que de lo poco salvable que tiene es precisamente el relato del centinela. Aunque, bueno, también es interesante leer los comentarios del escritor antes de cada cuento, que siempre es gracioso leer lo que opina de un relato el propio autor.

Y es en este punto cuando descubro un hecho interesante que me ha ocurrido al leerme los últimos libros de relatos que he ido publicando: me interesan mucho más los "comentarios del director" que los propios relatos en sí. O yo tengo muy mala suerte, o los compiladores de relatos escogen las obras más flojillas para rellenar espacio en vez de poner los mejores relatos del autor. En serio, que el señor Clarke tiene mejores cuentos que esos, ¡amos no me jodas!

La valoración final es que, en general, ha sido una experiencia un tanto decepcionante. Ahora, para superarlo, tendré que escoger un buen libro que me ayude a rellenar ese vació existencial que me domina y todas las horas muertas que tendré que pasar solo en mi casa por culpa de estar confinado. Dios, sálvame de este virus...y, ya de paso, ¡de los puñeteros vecinos ruidosos de arriba!

sábado, 7 de marzo de 2020

Los ojos de la oscuridad - Dean R. Koontz

"Año 2020 un virus que solo mata el 3% de los infectados y que tiene una baja capacidad de transmisión entre humanos asola la tierra." 

Esto no es ningún texto sacado de ninguna contraportada. Simplemente se trata de mi definición de lo que está sucediendo actualmente en la vida real. Por desgracia si eso lo leyéramos en un libro pensaríamos: pues vaya mierda de virus, no me leo este libro ni de coña.

Como la realidad es demasiado real y no nos mola, pues mejor inventarnos una alternativa. Así que de pronto salta la noticia paranoica: el escritor Dean R. Koontz predijo el coronavirus en su novela de 1981 Los ojos de la oscuridadSegún la noticia (en realidad, es un puto spoiler del copón) Koontz habla de un virus mortal que un chino decide fabricar y llamarlo Wuhan-400 (no puedo nombrar esa población sin que me posea el espíritu de Chimo Bayo). Además se supone que eso sucede en el 2020. Vamos que blanco y en botella... ¡Koontz pasa a ser nuestro nuevo Nostradamus! 

Por casualidades de la vida o, más bien, por pura chiripa, el mismo día que sale la noticia yo me había comprado este libro simplemente porque me había gustado su portada y porque costaba 50 céntimos. Joder, el destino me pedía que tenía que dejarlo todo y leerme esa novela profética, la experiencia será flipante.

¿Flipante? Tus huevos como melones. Antes de nada, ¿en qué año nos encontramos? Si estamos hablamos que el libro se escribió en el 1981 y predice un virus que mata a personas en el 2020 quiere decir que ésta estará ambientada en el futuro (en el futuro de la época, se entiende). Pues nada, empiezo a leer la novela y en vez de androides y tecnología futurista me encuentro con que estamos en una época indeterminada muy parecida a la vida de principios de los 80. Primera sospecha sospechosa que me viene a la mente: ¿cómo podrá Koontz acertar el año del virus si no sucede en esa época? Ya os lo digo yo como spoiler: no lo hace porque esa información es falsa y sacada de otro libro.

Continuemos con el relato pues. Durante doscientas páginas se suceden una variedad de chuminadas infumables sobre conspiraciones absurdas y personajes de cartón que han sido creados para que la historia pueda desarrollarse. También hay una historia medio paranormal metida con calzador porque sin ella no habría historia en sí, pero a la vez no tiene ningún puto sentido. En resumen, es una mierda pinchada en un puto palo, una novela barata y que no pasará nunca a la historia...

...menos por el detalle que en una página (casi al final) hablan de un virus que se soltó en la ciudad de Wuhan, ¡como finalmente ha sucedido en la realidad! Esto sería genial, ¡si esto fuese real! Pero por desgracia esa página habla de un científico ruso y un virus llamado Gorki-400. Así que en un libro de 200 páginas existe 1 que habla de un virus que mata a todo aquel que lo padece (100%>3% tampoco es muy parecido en eso). Si eso es una predicción como para ser noticia creo que hay millones de novelas parecidas que podrían decir lo mismo.

Pero ¿por qué salió la noticia? Pues se ve que la editorial, años más tarde de la publicación del libro, le pidió al autor que cambiase la localización y el nombre del virus para no cabrear a los rusos. Y, como que parece que fastidiar a los chinos salía más barato que hacerlo a los rusos, le puso wuhan en vez de gorki al virus. Vale, eso es una puta coincidencia, pero si a cada versión le pones un nombre de ciudad diferente al virus al final esa casualidad acaba siendo menos casual. 

En resumen, el libro es un puñetero truñaco del copón y no predice una mierda. La noticia que salió en todos los periódicos es un puto spoiler de la historia aunque en realidad lo del virus es por culpa de los rusos y no por los chinos (a parte de que en ningún momento aparece ninguna fecha del 2020).

Resumen del resumen. Estamos en la época del "publica la noticia para que podamos obtener clicks aunque sea una puta mentira". Y eso en periódicos que, se supone, son serios. Lo bueno es que, gracias a esa noticia, el libro se ha revalorizado y anda muy buscado. Hasta que la burbuja de la idiotez estalle y el libro vuelva a recuperar el mismo valor con el que yo lo conseguí (50 céntimos).

Resumen del resumen del resumen. El mundo es una mierda y la gente es idiota.