Ya vuelvo a estar aquí dando el coñazo con un nuevo libro de la escritora de misterio Agatha Christie: Pleamares de la vida.
Después de leerme el libro Hacia cero, que es una historia con una estructura un poco diferente a la habitual para poder encajar el verdadero asesinato al final del libro, Pleamares de la vida vuelve a la estructura clásica de los libros de misterio: presentación de personajes, asesinato, culpable con todas las de perder, un detective que tiene el presentimiento que algo falla y detective que descubre al verdadero asesino.
En este caso una churri se le muere su acaudalado marido sin previo aviso y sin testar. Como no hay testamento la mujer hereda todo lo heredable y los hijos se quedan a dos velas. El hermano de la viuda está siempre al acecho para controlar que los hijos buitres del muerto no intenten desplumar a la viuda. Cuando ya parecía que se podrían dar la vida padre, aparece en el pueblo un desconocido que intenta chantajear al hermanísimo. Según su historia el anterior marido de la viuda no murió en la guerra y, por lo tanto, su hermana habría cometido bigamia al casarse en segundas nupcias. Resumen, si el extraño empieza a cascar todo lo que sabe a todo el que quiera escucharle a los hermanos se les acabará el chollo de la herencia. ¿Qué pasa justo después? El extraño aparece muerto en la habitación de su hotel de un fuerte golpe en la cabeza.
En fin, una historia clásica de Agatha. Sabía lo que me iba a encontrar y no decepciona.
PD: Eso sí, la autora para asegurarse de que no aparecerá el clásico listillo de turno diciendo: "Yo ya sabía quien era el asesino" le mete un par de giros finales para rizar el rizo y se queda tan ancha.
martes, 10 de octubre de 2017
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