Hacía unos días que no leía nada así que he decidido leerme en un solo día la novela Café solo de Charles Osborne versionando la obra de teatro de la gran Agatha Christie.
Sí, ésta es una novela corta que se puede leer en un plis plas. Necesitaba algo rápido para pasar el rato y este libro servia. Era mi polvo rápido lecturil. Por desgracia no ha sido todo lo satisfactorio que esperaba. El principal problema ha sido que desde el principio de la historia ya sabía quién era el asesino. ¿Gracias a mi brutal perspicacia? Pues va a ser que no. En realidad conocía el final porque he visto la adaptación que han hecho para la televisión un millón y medio de veces. El otro problema que me he encontrado con la novela y esto si que es problema de la novela en sí es que las descripciones que hacía el autor eran bastante mierders. Ya sé que Agatha ha descrito la cabeza de Poirot como si tuviera forma de huevo. ¿Pero es necesario que cada dos páginas se haga referencia a ello? Coñe, que he llegado a un punto que si volvía a leer la puta comparativa huevil tiraba el libro dentro de una hoguera. Aquí sí que me ha parecido que la novela flojea un poquillo.
Seguramente debe ser más entretenido leer la obra de teatro que Agatha Christie escribió originalmente que no este sucedáneo. Seguramente me acabe enganchando de nuevo a la serie de TV. Seguramente me acabe tomando un café solo o mejor con hielo. Mientras esperaré a que vuelvan a echar el episodio por la tele.
miércoles, 8 de julio de 2020
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