sábado, 19 de octubre de 2019

La isla del doctor Moreau - H. G. Wells

La isla del doctor Moreau - H. G. Wells
La última novela que me he leído ha sido La isla del doctor Moreau del escritor H. G. Wells. Hace años que iba detrás de esta novela pero no había manera de encontrarla de segunda mano. Las otras obras del mismo autor las he visto un millón de veces corriendo libremente en cualquier librería pero ésta, no sé por qué, parece que le cuesta salir. 

A lo que iba, que después de mucho tiempo, por fin, encontré la susodicha novela y la compré... junto a otros siete libros más (lo mío no tiene remedio). Sin dudarlo decidí situarla en la primera posición de mi lista imaginaria de futuras lecturas, desbancando a Dune que hasta ese momento lideraba esa clasificación. Y, para mí sorpresa, hice caso por primera vez en mi vida de esa lista imaginaria y me leí del tirón la novela de Wells.

Después del último libro leído es de agradecer encontrarte con una novela en el que entiendes en cada momento todo lo va sucediendo en la historia (después de este difícil último mes parece que ya no pido demasiado en un libro). Como sucede con Wells es de un estilo muy directo, sin adornos y va a lo que va. ¡Necesitaba una historia así! No se recrea demasiado en las descripciones de los personajes pero esta vez me daba un poco igual. Como me ha ido sucediendo varias veces este año, por culpa de elegir novelas que previamente ya había visto su versión cinematográfica, en mi mente enferma los personajes de la historia ya tenían un físico muy predeterminado independientemente de la descripción hecha por el señor Wells. El dr. Moreau era un Marlon Brando albino y el prota de la historia era Michael York. Que si Wells hubiese dicho que Moreau era negro e hipermusculado me la hubiese sudado bastante la zona escrotal, el Dr. Moreau hubiese seguido siendo en mi mente un Marlon Brando gordaco y albino. 

Una vez leída la historia me he quedado con un regusto amargo. Lo que cuenta Herbert es la ostia pero, tengo la sensación, que desaprovecha lo que hubiese podido ser una grandísima historia. Lo de ir al grano está bien pero existen algunos momentos y aparecen ciertos conflictos que podían haber sido muy interesantes ahondar en ellos. En cambio tito Wells se los ventila de una forma increíble. Sr. Wells sr. Wells, no tenía usted ganas de escribir aquel día ¿verdad? Con Herbert me ha sucedido lo contrario a lo que me ocurría con Stephen King. King tiene ideas geniales pero su verborrea crónica acaba malbaratando la historia (hablo de mi experiencia, sé que el resto de la humanidad no piensa lo mismo). En cambio en La isla del Dr. Moreau tengo la sensación que si Wells hubiese estado un tiempecico más trabajando la historia podría haber salido de allí la obra cumbre de la ciencia ficción.

Ya que H. G. Wells no está actualmente en condiciones de crear esa obra magna, deseo con todas mis fuerzas una adaptación al cine que nos haga caer los cojones/ovarios al suelo y nos haga reflexionar sobre qué es aquello que nos diferencia a los humanos de los policías antidisturbios.

PD: desde que compré el libro, una edición de 1975 de Nostromo (ver la imagen de arriba), tengo una pregunta que me ronda la cabeza. ¿Qué mierdas tiene que ver una cámara fotográfica Leica con la historia de la novela publicada en 1896?

Nota: En el último párrafo he hecho una comparación entre la policía antidisturbios y los animales. No quiero que nadie se enfade por un comentario jocoso dentro de un contexto apolítico, blanco y sin ningún tipo de malicia. Doy por sentado que todo el mundo entiende que tengo pleno conocimiento de que los animales no son unas simples bestias psicópatas y que depositan en su interior algún tipo de sentimientos.

martes, 15 de octubre de 2019

Autoridad - Jeff VanderMeer

Autoridad - Jeff VanderMeer
Un globo, dos globos, tres globos, la luna es un globo que se me escapó. Un globo, dos globos, tres globos, la tierra es el globo donde vivo yo. 

Seguramente es la comienzo de crítica más estúpido que llevo hasta ahora (y eso es mucho decir) pero el libro que me he leído Autoridad del escritor Jeff VanderMeer creo que bien se la merece. Autoridad es la segunda parte de la trilogía de Southern Reach. La primera novela me la leí hace poco y el resumen de mi crítica podría ser: No he entendido una puta mierda pero me he entretenido leyendo el libro. También es cierto que en ese momento me pregunté ¿es necesario una segunda parte? Aunque suponía la respuesta, ahora después de leerme Autoridad puedo responder que, para mi gusto, no era necesario.

En la primera novela me dio la sensación que me encontraba un poco en la misma situación que la protagonista: no sabe dónde coño está ni qué leches sucede e intenta comprenderlo. Así que durante su lectura yo me convertí en la protagonista y visualicé sus aventuras por el área X. Al final del libro ella no sabe qué ha ocurrido y, básicamente, yo tampoco. Pero bien, eso podría ser una metáfora de mi vida.

En cambio esta segunda novela se traslada al Southern Reach de los cojones que es una especie de Área 51 donde estudian todo lo relacionado con las cosas raras que suceden en el lugar. ¿Problema? Que de pronto la aventura ya no es tan directa como la primera y empieza a divagar en la mente del director del centro. Y cuando avanza más me importa una mierda lo que le preocupe al señor protagonista de esta historia. Empiezo a pensar que tengo que ir a hacer la compra porque tengo la nevera pelada y, si quiero continuar viviendo, sería del todo prudente ir al supermercado a comprar algo de comida. También me falta suavizante para la ropa y pasta de dientes.

Vale, parece que estoy divagando, pero es precisamente esa sensación la que tengo al intentar seguir la historia en vez de dejarlo estar e ir directamente a ver porno por internete y aprovechar mejor el tiempo.

¿Voy a leerme la tercera novela? Pues básicamente no. Seguramente sea la  mejor de todas pero yo ya he tenido suficiente con el puñetero Área X y toda su parafernalia. 

sábado, 5 de octubre de 2019

La incredulidad del padre Brown - G.K. Chesterton

Mi siguiente libro ha sido escogido por culpa del visionado de una serie de televisión. He visto de todo en este mundo de detectives amateurs pero nunca había pensado en un sacerdote católico como luchador infatigable contra los chicos malos. Pero claro, dicho así ¿quién mejor que un capellán para resolver misterios increíbles? En resumen, que al ver la serie de televisión decidí que la primera vez que viese un libro de este personaje me lo compraría. Y, dicho y hecho, me topé con La incredulidad del padre Brown de G.K. Chesterton y me lo compré.

Lo bueno del volumen es que en realidad son una colección de relatos cortos. Hay diferentes casos así que si uno no me gusta quizá me enganche el siguiente. Pero después de leérmelos todos puedo decir que no me ha enganchado ninguno. No puedo asegurar qué es lo que me ha fallado, si ha sido porque no me gusta el personaje en sí, si son los casos o si el problema soy yo y lo de esnifar serrín no es del todo bueno. Aunque lo que puedo asegurar es que no me ha entusiasmado.

Y mira que en un primer momento pensé que sería como una Miss Marple vestida de cura pero no, que no ha sido lo mismo. En fin, el libro ya lo he despachado a otro inconsciente, espero que lo disfrute con más intensidad que yo.