sábado, 29 de junio de 2019

Ready player one - Ernest Cline

Ready player one - Ernest Cline
Para ponernos en situación, hace un tiempo cogí de la biblioteca el dvd de la última película de aventuras que había dirigido Steven Spielberg. No tenía grandes esperanzas depositadas en el título pero un compañero me dijo que había pasado un rato agradable y decidí verla.

Me la puse y descubrí que no me había decepcionado, tal y como me había esperado, la película era un puto truño del copón. Spielberg se ha hecho mayor y ya no se acuerda de cómo se hacían películas de este tipo. Es un puto sinsentido y un par de horas de mi vida desperdiciadas. 

Todo hubiese acabado aquí si no es porque estaba tan indignado con la mala calidad de la película que decidí ir de nuevo a la biblioteca para, esta vez, llevarme la novela Ready player one de Ernest Cline (la fuente de donde mama la puñetera película). Sé que parece una total absurdez: si no me ha gustado la película ¿por qué leerme el libro? Pero la respuesta era más sensata de lo que pueda parecer: pues porque pensé que el libro no podía ser tan malo como lo que había acabado de ver en la pantalla.

Pues nada, que me apropié el libro y me lo leí. Y una vez acabado puedo asegurar que esa puñetera novela sí me daba mi dosis de droga que habría deseado recibir en la película. Es una puñetera aventura, te lo pasas bien con ella y vuelves a sentirte un joven e intrépido aventurero. No como la puta película que lo único que deseaba era que alguien me matase de una puñetera vez para no tener que sufrir ni un minuto más.

Supongo que son de estos libros que mejor hubiese sido adaptar su historia en una serie de X episodios más que una película de un par de horas. Intentar aprovechar todas las subtramas que existen, ver todas la pruebas del concurso desarrolladas pacientemente en diferentes episodios, en definitiva, haber hecho algo más digno porque el puto libro te lo permite ¡joder!

Definitivamente lo que saco en claro es que Spielberg se ha hecho mayor, así que mejor se dedique ha crear las películas que aún se le dan bien y dejar los films de aventuras a la gente más joven.

sábado, 22 de junio de 2019

El regreso de Sherlock Holmes - Arthur Conan Doyle

El regreso de Sherlock Holmes - Arthur Conan Doyle
Hace un tiempo gané un concurso de escritura y el premio que recibí fue un cheque de unos cuantos euretes para comprar los libros que quisiera (o pudiera) en una librería del barrio. Mi elección bibliográfica para el caso fueron casi todos los libros de Terry Pratchett que me faltaban en mi colección (y que he ido leyendo estos últimos meses) y la Obra completa Anotada de Sherlock Holmes de la editorial Akal. Ha llovido mucho desde que gané el premio y hasta el día de hoy no me había leído nada de esta edición. Por fin puedo asegurar que ya he perdido mi virginidad con esta colección leyendo El regreso de Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle.

El libro del señor Doyle ya me lo había leído, soy muy fan del personaje de Sherlock y no puedo criticarlo. Así que sin más voy a criticar un poco la edición de esta colección. 

Desde que descubrí que existía una versión anotada hice todo lo posible para poder conseguirla. Bueno, en realidad, solo deseé con todas mis fuerzas que aparecieran los libros en mi estantería de forma milagrosa y, desgraciadamente, no ocurrió (ya había tenido una experiencia igual de decepcionante con Natalie Imbruglia). Pero bueno, que pasaron los años y gracias al susodicho concurso me lo pude comprar. Tenía grandes esperanzas depositadas en aquellas anotaciones, deseaba que me aportaran un mar de sabiduría Sherlockiana a mi vida. Por desgracia el resultado ha sido un poco (bastante) decepcionante, como mínimo en este primer libro. No sé, me esperaba otro tipo de notas que me hicieran comprender más cosas sobre Sherlock, su autor o su obra y no tanta chorrada de datos inútiles que he acabado por saltarme o leerlas en diagonal. Además, escribir unas notas como si los personajes ficticios hubiesen existido de verdad y que Conan Doyle no fuera el escritor, puede parecerme gracioso una vez pero a la que llevo unas cuantas notas me acaba cargando. Aún así, se agradecen este tipo de libros que tienen un valor añadido con mucha información adicional y grabados de la época. 

También tengo que decir que las notas que más me gustan son las que describen contradicciones entre diferentes relatos del mismo autor. Y como que soy admirador de las contradicciones predicaré con el ejemplo y me pondré a criticar esta obra aunque haya asegurado, unas cuantas líneas antes, que no lo haría.

A pesar de ser fan de Sherlock y de Conan Doyle desde pequeño, el regreso del gran detective siempre me ha parecido el timo de la estampita del mundo literario. Para ilustrar este caso me viene a la memoria la novela de Stephen King Misery, que me leí hace poco, donde la protagonista obliga al secuestrado escritor a escribir la reaparición de la protagonista de su libro preferido ya que el muy cabrón, harto ya del personaje, había decidido acabar con ella en el título anterior (vamos, un Conan Doyle como otro cualquiera). Así que, gracias al gran poder de convicción de la fan psicópata, el escritor crea un relato donde resucita a la susodicha heroína. ¿Problema? Que a la señora fan, que podría estar muy loca pero no era nada tonta, le propina una soberana paliza al pobre autor porque considera que la resurrección de Misery ha sido totalmente patillera y sacada de la chistera. ¡La heroína tiene que resucitar bien! El autor, intentando no morir en el intento (literalmente), se esfuerza en escribir una continuación que tenga cierta coherencia argumental con lo escrito anteriormente. Y no, eso no es nada fácil.

Y ¿qué sucede con el regreso de Sherlock Holmes? Pues que me extraña que una loca de la misma época que Conan Doyle no se hubiese presentado en su puta casa de verano y le hubiese reventado los dedos de los pies hasta que no hubiese reescrito una resurrección de Sherlock mucho más plausible. Claro que si matas a tu protagonista cayendo desde una cascada es que no te queda mucho margen para conseguir una resurrección coherente. Creo que solo hubiese sido superado si en vez de caer por una gigantesca cascada hubiese caído en el interior de un volcán en activo.

En resumen, que siempre que leo la reaparición de Sherlock me viene a la mente la frase "¿en serio Arthur? ¿De verdad me vas a hacer creer que sucedió de esta manera? Tienes suerte que no tengo una sierra a mano y no haya nacido en tu misma época". Luego recuerdo cómo solucionaron este mismo problema los guionistas de la serie Sherlock y, aquel puñetero episodio, me sigue pareciendo magistral.

sábado, 15 de junio de 2019

El tren de las 4.50 - Agatha Christie

El tren de las 4.50 - Agatha Christie
Hace tiempo que no leía una novela de Agatha Christie y, con El tren de las 4.50, por fin he roto la mala racha.

Con tita Agatha me ocurre que no sé qué obras me he leído de ella en mi vida. Cómo que nunca había seguido un orden, algunas las habré leído un millón de veces y otras ni una. Con esta obra pondría la mano en el fuego que jamás la había empezado y que ésta ha sido mi primera vez. Pero no lo puedo asegurar a ciencia cierta porque he visto tantas veces su versión para la televisión que me sabía de memoria todo lo que iba a suceder.

Esto es una putada porque todas las imágenes y personajes del libro pasan a ser los que tengo ya vistos en la pantalla. La pobre Agatha ya me puede describir una mujer canosa y con cara de cerdo que si en la ficción habían elegido una modelo con una cara perfecta, como esculpida en una roca de mármol, pues yo que veo a esta preciosa actriz en vez de la canosa. Así que a la mierda todas las descripciones de los personajes que la señora Christie hubiese estado meditando y pensando durante meses en su pequeña casa de la playa, la serie de televisión se ha impuesto y ha conseguido nublar mi mente. 

Puñetera caja tonta, ¡es un cáncer para el cerebro! Pero es bueno destacar que qué bien hacen las series estos puñeteros ingleses... aunque, tita Agatha tampoco lo hace nada mal esto de escribir novelas de misterio.

lunes, 3 de junio de 2019

La Corona de hielo - Terry Pratchett

La Corona de hielo - Terry Pratchett
Terry Pratchett ha muerto, ¡viva Terry Pratchett! Cierto es que el señor del traje negro y guadaña en mano se llevó al tito Pratchett ya hace unos años pero es lo primero que me ha salido al empezar a escribir este nuevo post.

Después de leer libros de chicas desconocidas que me encuentro por la biblioteca esta vez he decidido apostar por un valor seguro y conocido así que he continuado con la siguiente novela del Mundodisco que me faltaba por leer: La corona de hielo.

Vale, la serie de Tiffany Dolorido está pensada para mentes jóvenes y prepubers con una edad parecida a la protagonista (en este caso trece tacos). Vista la novela desde ese punto de vista me gusta que tito Pratchett trate a la gente de esa edad como si fueran humanos jóvenes y no como seres humanos con cierta dificultad o incapacidad mental. Lo normal es pensar que los niños son gilipollas y no entienden nada, por suerte, parece que el autor piensa de una manera distinta. Un niño de trece años puede ser tonto, pero lo normal es que ese niño a los treinta lo continúe siendo. La tontuna no es cuestión de edad.

Así que tenemos entre manos una buena novela juvenil pero que si por desgracia ya no tienes esa edad podrás disfrutarla de la misma manera. Aunque los más mayorcetes quizá echen de menos el hijoputismo de las primeras novelas del autor. Pero Pratchett es Pratchett y se le disfruta igual.

Lo único malo de esta lectura es que ya me queda un libro menos para llegar al final de mi viaje Mundodisquil. Y luego solo quedará el vacío del inframundo.