viernes, 22 de mayo de 2020

La Corona del Pastor - Terry Pratchett

La Corona del Pastor - Terry Pratchett
Día "a quién le importa" de confinamiento, he terminado de leer la novela La Corona del Pastor de Terry Pratchett. ¡Dios ha muerto!

Sí amigos, Terry Pratchett ha muerto. Bueno, para ser exactos hace unos cinco años que el pobre hombre traspasó pero hoy, después de leerme su última novela del Mundodisco, he tenido la certeza de que, ahora sí, se había producido la muerte definitiva. Ya está, se acabó.
Es un día triste, estoy como alicaído y con una extraña melancolía que me ha envuelto por completo una vez he terminado la lectura del libro (también es cierto que llevar más de dos meses encerrado en casa por culpa del coronavirus no ayuda demasiado a cultivar la alegría). Pero, como que ya me conozco, he ido alargando este fatídico momento lo máximo que he podido. ¡Hace seis meses del penúltimo libro que me leí de Terry Pratchett! Durante todo este tiempo he vivido en un falso limbo de felicidad y armonía sabiendo que aún me faltaba un libro por leer de toda la serie. El Mundodisco aún tenía una última historia que contar. Y yo era feliz en ese falso limbo. Ahora todo mi mundo se desmorona.

Pero bueno, creo que será mejor dejar a un lado la sensación de que mi vida ha dejado de tener sentido y centrarnos en comentar el libro. No soy muy fan de las historias de la señorita Dolorido, básicamente porque están enfocadas a otro tipo de público mucho más juvenil que un individuo que coleccionaba las etiquetas de los Toi del bollycao hace unos treinta años. Pero aún así es una buena novela de despedida y da la sensación que así lo había planteado su autor. Aunque, personalmente, hubiese preferido que la última historia de toda la serie hubiese recuperado al mago Rincewind y cerrar así el círculo virtuoso abierto en su primera novela El color de la magia. O quizá haber hecho una especie de libro con diferentes cuentos cerrando cada una de las sagas que había creado. O quizá... quizá todo ha sido un sueño y el verdadero mundo es el Mundodisco. 

Cualquier cosa es posible en esta vida pero, por desgracia, solo una es segura: ya no habrá más novelas de tito Pratchett sobre el Mundodisco. Ninguna inédita aventura perdida en un cajón abandonado esperando ser descubierta para satisfacer a los fans más alocados. Ningún cuento a medio acabar. DiscWorld ha echado el cierre para siempre y... y la vida da asco.

PD: Leyendo una de las primeras páginas de la novela me he encontrado una frase que define muy bien mis años de trabajo en una empresa de informática: Pero la recompensa de trabajar mucho aparentaba ser siempre mucho más trabajo.

PD2: TÓMESELO COMO UNA PEQUEÑA RECOMPENSA POR UNA VIDA BIEN VIVIDA, PUES YO SÉ VER EL EQUILIBRIO Y USTED HA DEJADO EL MUNDO MUCHO MEJOR QUE COMO LO ENCONTRÓ. NADIE PUEDE PRETENDER MÁS QUE ESO.

RIP tito Pratchett

miércoles, 13 de mayo de 2020

Joyland - Stephen King

Joyland - Stephen King
Día ya-empieza-a-hacerse-largo-este-puñetero-confinamiento-de-los-cojones. Me he acabado de leer la novela Joyland del señor Stephen King. La vida sigue igual.

Vale, hace un tiempo juré que no me leería nada más de Stephen King porque después de dedicarle un año entero de mi vida a la lectura de sus obras pude deducir que no me pone cachondo el pobre hombre. Por desgracia, como que no tengo criterio alguno he decidido darle una oportunidad a otra obra suya. La única razón para hacerlo ha sido que mi anterior lectura fue una novela de Bradbury en donde nos metíamos en una especie de feria maldita. Joyland tiene una temática similar y me hacía gracia leérmelas seguidas. Puede parecer que esa razón no sea demasiado potente pero ¿no he dicho ya que no tengo criterio a la hora de elegir mis lecturas? Pos eso.

Como resumen rápido puedo decir que esta novela ha sido de las que mejor me han entrado del señor King. Con ella me ha dado la sensación que cuando más "sencilla" es la novela de tito Stephen mejor me entra. Lo que sí confirma es que Stephen King es un gran autor costumbrista disfrazado de autor de terror y misterio. Pero es que esta novela funciona mientras no ocurre absolutamente nada y eso sucede durante mucho rato. King lo soporto mientras describe sus personajes, cuando nos habla del primer desamor, las primeras experiencias... y, de fondo, te va dando alguna pista sobre algo paranormal que puede estar sucediendo en una feria. Hasta aquí la obra es entretenida, luego (como que King tiene que ser un puto autor de terror) cuando está a punto de acabar, aparece de golpe, y sin vaselina, la parte fantasmagórica del asunto. En ese momento todo se va un poco a la mierda. Y es que la misma historia sin fantasma (ni niño con poderes) funciona igual, no era necesario incluir la parte fantástica de la novela. Pero parece ser que los lectores de Stephen King no pueden vivir sin que aparezcan cosas rarunas en sus obras. Aunque, seguramente, lo que debe suceder es que algún directivo con mucho poder obligue por contrato a sacar algún fantasma o algo similar en sus novelas. Pero él, lo que realmente se acaba sacando es la puñetera chorra para poder escribir el final de la historia con ella. Muy bien tito Stephen, claro que sí guapi.

martes, 12 de mayo de 2020

Abu Simbel y mi odio hacia sus programadores

Después de dedicar una entrada al recuerdo de mi tierna infancia y al descubrimiento de un nuevo mundo llamado Amstrad CPC 6128, hoy quiero continuar indagando en aquellos recuerdos y hablar de los malditos juegos de aquel aparatejo. Iré paso a paso, quizá más adelante hable de todos los juegos que me marcaron y me arruinaron la vida, pero en éste primer post quiero dedicar mi tiempo a tratar con el juego que provocó las mayores y más terribles pesadillas infantiles que un humano pueda soportar. Ese desgraciado y adictivo juego, al más grande, al sublime, al mítico, al joputista "Abu Simbel Profanation".

Abu Simbel Profanation de Dinamic

En un ránking del 1 al 10, donde el 1 es "fácil" y 10 significa "escoge entre tener vida o pasarte el puto juego" a Abu Simbel le pondría un: "ojalá que los que idearon el juego vayan al infierno y disfruten de una eternidad llena de suplicios y vejaciones". Y no lo digo con resquemor, ¡de verdad! Pero seamos sinceros ¿era necesario crear más de tropocientas pantallas (cada una de ellas con más de mil maneras de morir tontamente) y solo disponer de nueve vidas de mierda? Porque ¿regalar una vida al pasar la mitad del juego era pedir demasiado? Porque esconder trampas que te aniquilaban todas las vidas de golpe y tener que volver a empezar ¿eso es ser buena persona? Porque hacer una portada chulísima con un pavo saltando por encima de una araña gigante en plan Indiana Jones
Carátula juego Abu Simbel Profanation

y encontrarse que en el juego eres una puta pelusilla rosa con ojos, boca, con patas y sin brazos... 


eso... eso ¿qué mierda es? Pues eso tendría que estar penado con muchos años de cárcel o, simplemente, sentenciar al programador al empalamiento público en medio de la plaza mayor del pueblo, y punto. ¡Sin acritud!

Pero aún con todas esas maldades yo me acabé viciando a ese puñetero videojuego. Y eso que me costó un tiempo increíble pasarme la primera jodida pantalla del juego. Y eso porque desconocía en un primer momento que la dichosa pelusilla disponía de dos saltos muy diferenciados: ¡el salto largo y el salto corto! Que es verdad que ese detalle lo habría descubierto en un primer momento leyendo las instrucciones del juego, pero también es tontería crear unas instrucciones si ya sabes que no me las voy a leer. En definitiva, que el puto juego era complicado de narices pero yo era un niño que si decidía acabar un juego se lo acababa, solo tenía que evitar distracciones chorras como comer, dormir o respirar.

Y, aunque parezca mentira, ¡ese día glorioso llego! ¡Oh sí, me pase el puto juego! Después de mil pantallas de mierda, de mil sufrimientos, de muchas horas invertidas y muchas neuronas muertas en el intento, conseguí descubrir aquello que nos deparaba a unos pocos privilegiados después de tamaño esfuerzo:
Final del juego Abu Simbel Profanation

¿Lo qué? ¿En serio? ¿Una pantalla estática y un par de frases dándote la enhorabuena? ¿Yatá? ¿Sin más? !Idos a la real academia hijos de la gran turca! ¡Por dios! Cuantas horas de no abrazar a mi madre, cuantas horas de no abrazar alguna mujer en general, cuantas horas de no estudiar, cuantas horas desaprovechadas sin poder ver la tele para ¡¡ESTO!!! ¡Por menos han asesinado a gente!

Pero bueno, como mínimo puedo decir que yo soy uno de los elegidos y, por ese motivo, en mi currículo lo primero que pongo antes que la mierda de estudios que tengo es: "Yo me pasé Abu Simbel y tú no".  


Valoración del juego:

-Nivel de dificultad: Supina.
-Nivel de jugabilidad: Nunca he sabido que coño significaba eso.
-Nivel de azúcar en sangre: Bien pero puede mejorar.
-Frase más repetida en el juego: ¡¡No hijo de puta no saltes ahora!! ¡¡Ahora no!!... ¡¡¡Imbécil era salto corto!!! ¡¡¡corto!!!!... ¿Si toco esto me mata? ¡¡Mierda!!
-Nivel de adicción: si alguien te dice de jugar a un juego de los 80, tú simplemente di ¡NO!

miércoles, 6 de mayo de 2020

La feria de las tinieblas - Ray Bradbury

La feria de las tinieblas - Ray Bradbury
Dia cincuentanosecuantos del confinamiento, hoy me he acabado de leer La feria de las tinieblas de Ray Bradbury, la vida es un asco. (Una cosa no tiene nada que ver con la otra, la vida ya daba bastante asco mucho antes de leerme a Bradbury).

Quiero aclarar que tengo un problema previo con este autor pero es que leyendo esta novela me reafirmo: ¡no puedo con su forma tan poética de contar sus historias! Que sus novelas son de lo mejor que hay en este mundo y que es el puto amo escogiendo las palabras, construyendo una melodía, haciéndote saborear cada detalle de la trama. Que está de puta madre todo, pero que yo lo que quiero es leer una novela. Sus poesías alargadas solo consiguen que mi mente dispersa desvaríe sin remedio, se convierten un muro impenetrable que hacen que nunca acabe conectando con lo que cuenta. Que es muy bonita su prosa, que es de lo mejor que he leído pero es que intento avanzar y me encuentro con un: 
"En ese momento vio cómo Jim se tapaba las orejas, y que también tenía los ojos húmedos. El silbato aulló, y Jim aulló contra el aullido. El silbato chilló, y Will chilló contra el chillido".

Para Bradbury la ruta más rápida para llegar del punto A al punto B es pasar por todas las letras del abecedario. Que sí, que muy bonito, pero para una mente dispersa como la mía lo único que consigue es que acabe vagando por cualquier mundo menos en el que pretendía el autor.

En resumen, yo soy más de 1984 que de Fahrenheit

PD: ahora voy a transcribir todo un capítulo entero que me ha encantado de esta obra. Es el capítulo 31:
"No ocurrió mucho más todo el resto de aquella noche."

¡Y ya está! Un capítulo con una sola frase y que no aporta nada a la historia... ¡brutal! Creo que es un buen resumen de mis días de confinamiento... y de mi vida en general.

domingo, 3 de mayo de 2020

Fantasmas - Chuck Palahniuk

Fantasmas - Chuck Palahniuk
Día después del ayer pero justo el anterior que mañana del confinamiento. Me he leído el libro Fantasmas de Chuck Palahniuk. 

Palahniuk es raruno, eso está claro. Por ahora solo me había leído Nana y, básicamente, no entendí nada de lo que ocurría. A pesar de todo, me leí la novela. Eso está bien. Ahora empiezo con Fantasmas, entiendo algo su trama. No consigo acabarme el libro. Nada tiene sentido en mi vida.
Fantasmas es una falsa novela (que no novela falsa). En realidad se trata de un libro de relatos con una historia común que intenta unirlos a todos. Eso, en un principio, me gusta. La historia se centra en un grupo de escritores que han sido encerrados en una casa para que en tres meses escriban su obra maestra del terror. Esto, por ahora, pinta bien. Los relatos son las obras que van escribiendo todos estos desgraciados. Hasta aquí la idea me parece brillante y considero que es una buena manera de plantear una colección de relatos. 

Empiezo a leer y los primeros relatos me parecen cojonudos. Continúo leyendo y la trama principal de los escritores me acaba cansando enseguida. Ahora ya solo quiero leer los relatos. Lo de los escritores solo me hace gracia un instante. Llego a la mitad del libro y los relatos ya no me parecen tan cojonudos. Parece como si los buenos los hubiera puesto al principio. La historia de los escritores ya me parece más que cansina, ojala mueran todos de una puta vez y solo queden sus pequeñas creaciones. Ya ni los relatos me apasionan. Decido que si el próximo no me gusta, dejo de leer. No leo más.

Resumen: La idea inicial me parece brillante y la forma de unir los relates muy interesante. ¿Problema? Que no ha funcionado. Quizá me mola más cuando no lo entiendo.