domingo, 10 de marzo de 2019

Electric Dreams - Philip K. Dick

Ahora sí, después de ver la serie de Amazon titulada Electric Dreams he podido leerme el libro con la recopilación de los relatos de Philip K. Dick en los que se basa.

Lo que más me gusta de esta edición es la presentación y explicación que hace cada guionista sobre su particular adaptación del relato elegido. Empiezo la lectura, leo la primera explicación del guionista y me sorprende su conclusión que más o menos nos viene a decir: "del relato que vais a leer poco podréis ver en el episodio, pero he cogido la esencia y... blablabla". ¡Ya empezamos! Respiremos hondo para no insultar a nadie.

Vamos por puntos, sí, entiendo y estoy muy a favor de que cualquier adaptación tiene que variar de un medio como el escrito a otro como puede ser la gran pantalla. También soy partidario de no ser nada fiel al original y destrozarlo a tu gusto pasándote por el forro todo lo que te dé la gana si eso es lo que te pide el cuerpo para hacer la adaptación. Yo soy de los que se descojona de los fans psicópatas que despotrican cuando un Pitingo cualquiera destroza una canción de su grupo preferido. Mirad señores, si no os gusta la nueva versión no perdáis más tiempo escuchándola y CONTINUAD masturbándoos con la canción original.

Vale, ahora que ya nos hemos presentado, yo me pregunto por qué todo el mundo se pasa la historia de Philip por el forro de los cojones y hace una versión solo con la "idea" que se "desprende". Joder macho, con solo la idea de "un tiburón asustando a la peña" puedes hacer la película "Tiburón" o la de "Sharknado" y coño no son lo mismo. ¿Tanto cuesta intentar seguir un poco, aunque sea de casualidad, del argumento escrito por el puñetero Philip K. Dick? ¿Alguien me puede explicar que hay de malo en como mínimo intentarlo? ¡Joder, es que no respetan ni los títulos! Vale, Philip era un tanto particular poniendo títulos, pero joder, es que tiene mucha guasa: adaptas un relato suyo, cambias el título, cambias el argumento ya solo falta que cambies el nombre del autor y digas que esta basado en una obra de Francisco García.

La ironía: En esta obra solo el relato de el Padre-Cosa me ha parecido que seguía fielmente el argumento escrito por Philip. El problema es que el argumento no es otro que el de una suplantación de cuerpos por parte de una raza alienígena. Vamos una historia más que trillada que hemos visto un millón de veces en la ciencia ficción. Así que, justo en este caso, yo no me hubiera basado tan literalmente en lo escrito por el autor ya que el resultado es, básicamente, el mismo que cualquier film sobre invasiones de cuerpos ya existente.

Resumen: Philip K. Dick tenía buenas ideas pero escribía historias de mierda, si no es así no se entiende que todo el mundo se pase por el forro de los cojones sus argumentos.

domingo, 3 de marzo de 2019

Minority Report - Philip K. Dick

Minority Report y otras historias - Philip K. Dick
Este año estoy metido de lleno en la lectura de diversos libros que se han llevado a la gran pantalla con más o menos éxito de público y crítica. Para añadir un volumen más a esta particular colección me he acabado el recopilatorio de cuentos cortos de ciencia ficción Minority Report y otras historias de Philip K. Dick.

Antes de empezar con ninguna crítica al libro comentaré, de pasada, mi gran afición al deporte más universal que existe en este bello mundo: ¡el fútbol! El futbol es un deporte que me enganchó de muy joven y que he practicado al largo de toda mi vida. Creo que es un ejercicio muy saludable y completo. La perfección hecha deporte. Aunque claro, sería mucho más perfecto si en vez de jugar con los pies, que queda bastante antiestético, se jugase solo con las manos. El campo lo reduciría porque me parece excesivo y en vez de jugarlo en un campo abierto sería mucho más práctico encerrarse en un pabellón cerrado, protegido así de las inclemencias del tiempo. Como que el campo se habría reducido también reduciría el número de jugadores que pudiesen jugar a la vez en un partido. Y para contrarrestar esta pérdida de jugadores permitiría hacer todas las substituciones que el entrenador quisiera hacer. También eliminaría al portero porque me parece una posición demasiado privilegiada y, en vez de marcar en una portería, creo que sería mucho más espectacular intentar encestar la pelota en un aro colgado a cierta distancia del suelo. Si además añadiésemos que los goles tuviesen diferente valor dependiendo de la distancia en que fuesen lanzados la emoción crecería de forma exponencial. Finalmente le cambiaría el nombre (ya que no usaríamos los pies para poder controlar la pelota) y le pondría baloncesto. Sí, me gusta el nuevo nombre: ¡BA - LON - CES - TO!

Vale, ahora muchos pensaréis que estoy loco ¡y con razón! Pero esto último que he explicado es exactamente lo que hacen todos los guionistas que deciden adaptar un texto de Philip K. Dick a la gran (o pequeña) pantalla. Los guionistas escogen un relato que les apasiona y cambian absolutamente todo lo que aparecía en él. Puestos a cambiar hasta cambian el puñetero título porque Philip tenía tendencia a los nombres excesivamente largos y absurdos. Solo falta añadir algún exceso completamente innecesario y ya tenemos la adaptación hecha.

En resumen, parece ser que a ningún director de cine le gustan las novelas de Philip K. Dick porque ninguno respeta la historia que ha explicado el autor y deciden crear la suya propia. 

viernes, 1 de marzo de 2019

Tente Barco Japonés

Y aquí otra entrada sobre mis creaciones absurdas de Tente. Y cuando digo absurdas, no lo digo por decir, esta vez no me planteé ningún ejercicio concreto, simplemente empecé a juntar piezas de color rojo al tun tun, sin saber qué demonios estaba construyendo. Una ventana por aquí, que si las piezas clásicas de las tejas por otro lado, y así haciendo un conjunto sin ningún motivo aparente. No fue hasta al cabo de un rato de ir rejuntando fichas que, al colocar las piezas en forma de tejado, me hizo pensar que la textura era parecida a las escamas de las carpas (hablo del pez, no del toldo). Y como que mi mente tiene tendencia a hacer relaciones absurdas, relacioné la típica carpa con dibujos del antiguo imperio japonés. Y con esta conjunción de ideas, llegué a la conclusión de crear un barco de recreo de un antiguo emperador japonés. ¿Cómo son esos barcos? Pues la verdad ni puñetera idea... ni sé si ha existido algo semejante, pero esa fue la idea que tuve y éste es el resultado final.
Tente Barco Antiguo Japonés

Tente Barco Antiguo Japonés Tente Barco Antiguo Japonés

Las tejas de color rojo le dan ese toque de escamas carpiles y, si me fuerzas, hasta el morro del barco se asemeja a la boca de las carpas (vale, forzado, pero si eso lo dice un pintor de su cuadro abstracto todo el mundo le sigue la corriente). A parte, "diseñé" una especie de trono encima del barco, donde iría el emperador para poder demostrar a sus gentes que es un emperador muy campechano.

Y de regalo, con las piezas sobrantes, hice otra figura muy ida de la olla. Con las pocas piezas que me quedaban, aún con la mente puesta en el antiguo imperio japonés, me imaginé los clásicos dragones de las culturas asiáticas. Como con las piezas que me quedaban no podía hacer un bicho muy creíble, acabé formando un pequeño dragón mecánico o una especie de nave nodriza con forma de lagartija venida del espacio. Una forma de demostrar que los aliens ancestrales vinieron a la Tierra y crearon a los japoneses!!!
Tente nave nodriza dragón Tente nave nodriza dragón Tente nave nodriza dragón Tente nave nodriza dragón

Y aquí un cuadro del antiguo imperio japonés donde se puede comprobar que realmente existieron tanto el dragón como el barco de paseo del emperador...
Cuadro Tente Barco Paseo Emperador Japonés