jueves, 29 de noviembre de 2018

La guerra de los mundos - H. G. Wells

Y, después de leerme la novela de El hombre invisible, decidí adentrarme en otra de las historias del pionero de la ciencia ficción H. G. Wells. En esta ocasión sería La guerra de los mundos y los pequeños inconvenientes de tener a unos vecinos un tanto agresivos.

Es difícil criticar a una novela de este estilo. Pienso en el momento en que se escribió y reconozco que Wells los debería tener cuadrados para crear una obra donde unos extraterrestres decidían acabar con toda la puta humanidad. Ahora hay miles de obras parecidas pero en ese momento debería ser un pequeño shock. ¿Cómo debería sentirse alguien que hasta ese momento poco había pensado en seres extraños de otro planeta? ¿Qué debería opinar alguien que seguramente pensaba en el ser humano como el ser principal de la creación? Pues solo se me ocurren dos opciones: 1- pensó que el escritor era un puto loco y que la mejor solución sería encerrarlo en una prisión infecta y aislada del mundo; 2- se le pusieron los cojones por corbata al pensar por primera vez en la posibilidad de que unos seres inteligentes de otro planeta pudieran venir a la Tierra para reventarnos, con todo su cariño, por todos lados.

Así que seguramente eso es lo que debió pensar algún lector de la época con la lectura de La guerra de los mundos. El problema que he tenido yo es que en pleno siglo XXI ya no me sorprende este tipos de historias, me las he comido en formato papel o cinemascope y, por lo tanto, no me sorprende. ¡Joder! ¡Que es la obra original madre o padre de todo lo que ha venido después! Quizá... Ciertamente... pero por desgracia no es la primera que me he leído del tema apocalíptico así que su historia será olvidada en el interior de mi cerebro hasta que la llegada de algún extraterrestre la consiga hacer reflotar de mis neuronas con su rayo láser gamma flóflico.

lunes, 12 de noviembre de 2018

El hombre invisible - H. G. Wells

Hace poco me compré algunos libros de la mítica colección BestSellers Planeta que publicaron por allí los años ochenta y que circulan por las mil páginas de segunda mano que existen por internete. Entre esos títulos, se encontraba un par de novelas de un pionero de la ciencia ficción como era el señor H. G. Wells, así que no lo dudé y empecé con El hombre invisible.

El problema de leerme un libro como éste es que tengo la imagen y recuerdo de la mítica película de terror que vi cuando era un crío (imagen que, por cierto, usan para ilustrar la portada del libro) y es muy difícil no usar esa imaginería al ir resiguiendo la historia de el libro.

Su lectura ha sido tan entretenida como me esperaba pero me ha sucedido lo mismo que cuando vi la película y que no sé si era algo buscado por el autor. Estos "monstruos" no me dan miedo, me desprenden una gran ternura y me dan mucha penica cuando no acaban del todo bien. Igual que me sucede con Frankenstein. Solo Drácula no me transmitía esa ternura, básicamente, por el pequeño detalle que era un gran "hijodeputa" sin escrúpulos ni sentimientos. Pero es que el puñetero hombre invisible es un puto incomprendido, todo el mundo se asusta de el simplemente porque es un poco transparente. Joder, juzgar a un hombre por el simple hecho que el color de su piel sea distinta eso es un caso claro de racismo. Vale que el tío acabe un poco zumbadete y se le vaya la pinza un rato largo matando personas y tal, pero ¿quién no hubiese hecho lo mismo si se hubiese encontrado en su misma transparente piel?

Lo dicho, no sé si el autor quería que nos diese pena nuestro pobre protagonista pero yo siempre he ido con el hombre invisible y en contra de todos los cabrones que le odiaban por ser diferente y, seguro, que, en el fondo, todos querían ser transparentes como él.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Tente Mega Carguero

¡Buenos días por la mañana! En esta nueva inauguración de entrada bloguera he decidido poner una construcción que hice después de comprar 4 piezas de mierda por wallapop o milanuncios (ya no me acuerdo si era una u otra plataforma).
Piezas Tente Viking

Como se ve en la foto, las piezas no eran ninguna maravilla (como mucho las piezas "sorpresa" que pudieran haber en la bolsa). Y, claro está, las piezas serigrafiadas de Viking que pertenecen a la araña lunar, que pensando que ya tengo dos, con estas podría contruir un barco vikingo (si tuviese suficiente material e imaginación para hacerlo).

Pues bueno, que como ejercicio del día decidí hacer una "fantástica" construcción a partir de esas piezas. Y, viendo esas vigas tan largas (y unas proas y popas que habían dentro de la bolsa) pensé en contruir un barco lo más grande que me dejasen esas vigas blancas. Además decidí reciclar el Cargo line (que no me acababa de convencer) e hice un nuevo carguero con un tamaño más acorde o más proporcional a lo que debería ser un carguero
Tente Mega Carguero Tente Mega Carguero Tente Mega Carguero Tente Mega Carguero

Para hacerlo un poco más moderno, me hizo gracia ponerle una puerta trasera con una abertura hidráulica, automática y chiripitifláutica por donde accederían los camiones de transporte. Que comparando el tamaño de los automóviles con el del barco, se puede decir que ahora sí puede transportar un huevo de cosas inservibles desde la china imperial hasta el occidente más occidental.

También usé, a parte del cargo line, unas piezas serigrafiadas pertenecientes a un par de series diferentes. La de "cepsa aviación" que pertenece a la referencia 0681 serie ruta camión cisterna y la de "Transferry" que es un pequeño barco con la referencia 0614. ¡¡¡Larga vida al reciclaje!!! 
Tente Mega Carguero Rompe Hielo