miércoles, 9 de agosto de 2017

El planeta de los simios - Pierre Boulle

El planeta de los simios - Pierre Boulle
En este libro aparecen monos... ésta, durante mucho tiempo, ha sido la única frase que aparecía en esta crítica. Y eso ¿por qué? Básicamente por dos motivos: soy un vago y porque creía que tenía que hacer una crítica seria y tremendamente sesuda sobre la lectura de este gran libro de ciencia ficción titulado: El planeta de los simios del escritor Pierre Boulle.

Al final, me he convencido de que nunca llegaría a escribir ninguna crítica con el suficiente ingenio ni valor cultural que aportara algo a esta malsana sociedad. Así que, ¡qué coño! ya iba siendo hora que pusiera algo más que esa simple (aunque muy descriptiva) frase. Así que, finalmente, haré lo de siempre: exponer las cuatro gilipolleces que se me han pasado por la cabeza al devorar esta novela.

El primer punto es que accedí a leer este libro después de haber visto su versión cinematográfica (bueno, haberla visto unas 200 veces, claro). A modo de spoiler decir que ya conocía que el mítico final del film había sido un conejo de la chistera que se había sacado el bueno del guionista. Así que era conocedor que eso en el libro no lo iba a encontrar. También estaba avisado de otros puntos de la historia que diferían de lo que había visto por pantalla. En un primer momento, como que la peli me gusta y el final lo encuentro brutal, esas diferencias entre libro y film me echaban para atrás en mis intentos de leerme la novela. Sabía que la novela me iba a defraudar sí o sí. Paso el tiempo y el destino quiso que, un día, me encontrara la novela en els Encants y supe que debía comprarlo. Ahora ya solo faltaba derribar mis prejuicios y saltar a la piscina lecturil. Y por fin salté.

El comienzo no es nada prometedor y mis prejuicios empezaron a dar la señal de alarma. Eso sucedía porque la novela empieza con unos viajantes espaciales que se encuentran una botella en medio del espacio. ¡Una botella en medio de la inmensidad del putísimo espacio! Pues nada, que los tripulantes cogen la botella y ¡Oh sorpresa! hay un mensaje en su interior. Los turistas espaciales empiezan a leer la nota y lo que hay escrito en ella no es otra cosa que todo el libro del planeta de los simios.

Sé que es algo personal pero odio las novelas que se basan en lo que leen unos personajes del libro que poco aportan a la historia que realmente se quiere contar. Joder empieza el libro por la explicación y sáltate el principio. Pero bueno, lo intento perdonar y continúo leyendo. Con mi total visión prejuiciosa voy leyendo y leyendo y leyendo y cada vez me gusta más la puñetera novela. El concepto del libro difiere de la película en aspectos importantes pero... ¡pero mola! Continúo leyendo y llego al final... y de pronto los personajes que recuperan la botella y están leyendo el manuscrito, tienen una razón de ser. ¡Amigo Pierre! ¡Muy bien jugado! Así que mi prejuicio inicial sobre la utilidad de unos personajes me lo tengo que tragar enterito.

Película y libro difieren en el sentido del cómo y porqué aparecen los simios dominando a los humanos. En la película hay una clara influencia de una época convulsa con amenazas y miedos de guerras nucleares que en el libro no se aprecia, en cambio la novela tiene un carácter más animalista, los monos no solo son unos animalejos cabroncetes que ningunean a los humanos.

Y no quiero, ni puedo, entrar en muchos más detalles porque tendría que hacer demasiados spoilers que no sería demasiado bueno hacer aquí. El resumen final sería: la novela me sorprendió agradablemente porque me esperaba que fuese una aventurilla sin demasiado poso y sin tener la gracia de la película. 

PD: lo que no pude evitar hacer durante toda la lectura de la novela fue cantar la siguiente canción sacada de una mítica escena de los Simpsons.



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