miércoles, 8 de febrero de 2017

El instituto era un mundo feliz

Mientras me estoy leyendo mi primera novela del mes de febrero he ido pensando en otros libros que alguna vez en la vida me impactaron. No hablaré tanto de los libros que me lanzaba mi hermana a la cabeza cuando yo era pequeño sino de esos libros que me marcaron o me pusieron cachondo por alguna razón.

Como últimamente estoy en plan depresivo-quieroacabarconelmundo-ocomominimoqueseacabeelmundopronto-ocomominimominimofollarelfinde he pensado en una de las peores épocas que un puto antisocial tiene que sobrevivir: el instituto. El instituto es esa época donde las hormonas se disparan y tu querrías disparar al resto de compañeros porque básicamente son idiotas. A parte, no solo el gran problema del instituto es tener que compartir espacio con animales altamente hormonados, también tienes que hacer trabajos totalmente prescindibles y leer libros tan poco atractivos para un adolescente como los simpáticos granitos del acné. Casi no me acuerdo de ningún libro estudiantil, eso dice bien poco de los libros que nos obligan a leer y de mi nefasta memoria. Bueno, el caso, es que un día la profesora de filosofía nos hizo leer la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley, y pasó, por méritos propios, ¡al top 5 de la lista de lecturas que más me han impactado en mi vida! Seguramente solo superado por el papelito con los efectos secundarios de unas pastillas que me tome hace unos meses (la lectura no fue muy amena pero esas instrucciones, lo que se dice impactar, me impactaron una barbaridad).

A lo que iba, nunca antes había leído una distopía y a partir de esa lectura me hice fan. Por fin alguien expresaba en palabras mi absoluta visión catastrofista del mundo y del futuro de mierda en general. La gente me considera pesimista, pero ¿por qué pensar que el mundo es deprimente y el futuro será un puto desastre es ser pesimista? Si los hechos corroboran mi visión de la vida será que yo soy un chico realista y que el resto del planeta os engañáis para ser felices. Y de eso trata la dichosa obra del mundo feliz: ¡de todos vosotros hijos de perra!

A parte de tener que leer la obra, en el instituto tuvimos que hacer un trabajo escrito de "nosecuantas" páginas sobre el libro. Y yo, con una ilusión impropia en mí al hacer un trabajo para la escuela, escribí sin parar una tesis sobre cómo el mundo se iba a la mierda y cómo el futuro que retrataba Huxley en su libro era un futuro bastante probable y acojonantemente cercano. Nunca antes me había currado tanto un trabajo y nunca antes había estado tan orgulloso.

Llegó el día que nos entregaron los trabajos con las notas. Cuando me dieron el mío me habían puesto un impresionante notable! Hasta aquí todo perfecto, normalmente mi única motivación era sacar la nota justa para no tener que volver a repetir un trabajo. Notable era una nota más que aceptable en mi baremo. Pero había una texto que acompañaba la nota: "El trabajo está muy bien pero es un poco pesimista". Pero! Pero! Pero! Pero! Qué coño?

No contenta con esa postdata, me vino la profa (no lo hizo con nadie más) y me dijo algo como que no me había puesto el excelente por la visión tan negativa del futuro que nos esperaba. Mejor que no le dijese la visión negativa que tenía de usted, en ese momento, vieja arpía de los cojones!!!! Su cara era de preocupación cuando me lo contaba, como si tuviese miedo que algún día pudiese entrar en clase con una kalashnikov para probar mi puntería, pero en ese momento no lo vi. Simplemente no entendía por qué la mujer creía que mi trabajo era pesimista y por qué era mal visto tener esa visión. Vivir en un mundo donde hasta los niños son fabricados en una cadena de montaje, que nuestra posición en el mundo venga marcada ya de nacimiento o que tomemos constantemente una droga que su única función es la de alienar a la población y así ser felices en una falsa realidad... ¿de verdad era tan pesimista pensar que todo esto podría ocurrir?

Vale, quizá sí que es un pelín poco optimista, pero que la realidad no os engañe, el mundo es una mierda y quiero mi puto excelente en ese trabajo de filosofía!

PD: Años después me leí 1984 de George Orwell, que en una primera lectura no me acabó de convencer su final. Pero ya de más mayor y con más pelos en la entrepierna comprendí que ese final molaba.

PD2: "Algunos otros más" años después conocí a una churri que le hizo gracia que le hablara de Huxley y Orwell, y me dijo: "si te gustan estos libros te encantará Fahrenheit 451 de Ray Bradbury"... También me dijo que yo le gustaba y que quería pasar mucho tiempo conmigo...Lo que me enseñó esa corta relación fue algo muy importante y que siempre lo tendré presente: Ray Bradbury no me acaba de convencer.

0 comentarios:

Publicar un comentario