Bueno, como sucede siempre, hacía mucho tiempo que no entraba en el blog. Esta vez puedo asegurar que ha sido por un buen motivo: me daba mucho palo. Todo ha cambiado cuando estos últimos días he decidido desmontar muchas figuras de Tente para dejar espacio a mi primera afición que son los libros. Porque la sabiduría señores, ocupa demasiado lugar. La cuestión es que en mi proceso de desmontado de construcciones había pensado en aprovechar y hacer una foto a algunas de ellas.
La de hoy no la subo porque me parezca una genialidad sino porque me hizo gracia el proceso en sí de construcción. Cómo fue surgiendo la pieza, poco a poco, sin tener nada preconcebido en mi cabeza. El ejercicio esta vez consistía en montar algo con las piezas blancas y negras que en aquel momento tenía sin usar y, además, usar la técnica de colocar las piezas al revés de cómo las uso siempre.
Con esos dos principios empecé el ejercicio colocando piezas al tuntún, sin saber muy bien qué coño estaba construyendo. Finalmente acabé por hacer algo similar a un gran teleférico para poder subir a lo alto de una montaña. Es un teleférico raruno porque en vez de un cable tiene unos raíles por donde va subiendo y bajando la cabina, pero la intención es lo que cuenta.
Y aquí como el teleférico existe dentro de mi cabeza. El pobre Teo no sé si habrá visto la nieve lo que seguro que se habrá fijado es con el señor Yeti atacando al pobre teleférico de Tente.
Nada más por hoy, esto ha sido una chorrada de construcción pero así, como mínimo, he subido algo más a la página.
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