El libro de esta semana lo atrapé un poco por casualidad. Estaba escondido en una tienda de segunda mano (una tienda solidaria de una asociación de gente mayor) detrás de una puerta secreta disimulada debajo de una trampilla, al lado de un armario que en realidad ocultaba una entrada a un pasadizo después de tener que responder correctamente a la pregunta del guardián del puente maldito. Bueno, quizá he exagerado ligeramente, pero sí es verdad que el libro no estaba colocado a primera vista. Así que lo compré e inmediatamente lo inscribí en mi lista imaginaria de "El próximo libro a leer". Y ¡oh, sorpresa! Carmilla de Sheridan Le Fanu fue el siguiente libro que leí.
Y ya que me he leído este libro sobre una vampira viciosilla pues voy a hablar de Drácula de Bram Stoker porque, basicamente, soy así de absurdo. Pero aunque no lo parezca todo en mi mente tiene un sentido. Me explico. Drácula es una obra maestra, un clásico entre los clásicos y blablabla pero está publicada en 1897 y el señor Bram estuvo entretenido escribiéndola como unos siete años. Así que estamos hablando de una historia pensada para un lector de finales del siglo XIX. Así que, cuando decidí adentrarme en él, supuse que al no ser un lector de esa época y tener tanta información previa de la historia de Drácula la novela se me haría demasiado pesada y, vista hoy en día, demasiado inocentona. Pero cuál fue mi sorpresa que no solo no sucedió eso sino que me pareció uno de los mejores libros que he leído en los últimos años. Y es en este punto donde entra la novela que me he acabado de leer: con Carmilla me ha sucedido exactamente aquello que pensaba que me sucedería al leerme la novela de Drácula.
Carmilla es anterior a Drácula y éste último recoge muchas de las cosas típicas vampirescas descritas por Le Fanu. Pero mientras con Drácula la considero LA novela, con Carmilla solo la puedo considerar como un como un cuento fruto de una época determinada y que no ha soportado el paso del tiempo. Solo diré que creo que me costó menos leerme el libraco de Drácula que esta novela corta de unas pocas páginas.
PD: hablando de Drácula y Carmilla me he acordado de cuando leí "la-supuesta-segunda-parte-oficial" de Drácula escrito (hipotéticamente) por un descendiente de Bram Stoker y ayudado (ligeramente) por un guionista y/o escritor. Por dios, no he odiado tanto una obra como hice con ésta mientras la leía. Me dio la sensación que ninguno de los dos había leído la obra original y, en realidad, estaban haciendo una continuación (de muy bajo presupuesto) de la pelí de Coppola. ¡Que ganas tuve de empalar a los dos autores por el bien de la humanidad!
PD2: Y, hablando de la librería donde compré este libro, hubo una vez que me estuvieron a punto de encerrar en su interior mientras yo me encontraba perdido entre sus pasajes secretos buscando algún libro interesante que comprar.
jueves, 5 de diciembre de 2019
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