Día 15 (o por ahí) del confinamiento. Me he leído la segunda parte de Las doce moradas del viento de Ursula K. Le Guin. Love is in the air!
Resumen: Parece ser que, por ahora, en pequeñas dosis, lo nuestro funciona. Quizá ya nos encontremos en ese punto que tendríamos que plantearnos ir un paso más allá y buscar algo más estable y duradero. ¿Vamos a por la novela corta?
Han sido unos cuantos días compartiendo confinamiento y la chispa parece haber prendido de tal forma que solo puedo considerar que Ursula y yo somos almas gemelas. Fuimos creados para pasar la vida uno junto al otro (obviando el pequeño detalle de vivir en continentes y épocas diferentes). Se nota que me estoy haciendo mayor y busco carne fresca, ya que he cambiado a la madurita Agatha Christie por otra autora más joven y lozana. Pero es que tenía que hacerlo. Me he tocado con uno de los relatos como hacía tiempo que no me tocaba. Leer el relato "Más vasto que los imperios y más lento" fue como si alguien hubiese escrito en un relato las paranoias que deambulan en mi cerebro. ¡Como si mi mente estuviese plasmada en un texto! Solo que bien desarrollada, perfectamente ordenada y mejor escrita.
Hacía tiempo que no me emocionaba de esa manera con unos relatos. Quizá es culpa de la pandemia, quizá sea uno de los efectos secundarios del virus. Pero si eso es así, ¡por favor que sea una puñetera enfermedad crónica!
Resumen: Parece ser que, por ahora, en pequeñas dosis, lo nuestro funciona. Quizá ya nos encontremos en ese punto que tendríamos que plantearnos ir un paso más allá y buscar algo más estable y duradero. ¿Vamos a por la novela corta?