viernes, 30 de junio de 2017

La verdad - Terry Pratchett


La verdad - Terry Pratchett
Quizá nunca lo haya comentado en ningún otro post pero ¡Tito Terry Pratchett es dios! Y, al ser considerado un dios, no se le puede criticar nada de lo que haya hecho en vida sin caer en la mayor de las blasfemias. Eso significaría, simple y llanamente, la más radical y absoluta ofensa a su memoria y a su prolífica obra. ¡La obra del señor! ¡Amén!

Pero ya que estamos hablando de ello, en este post me gustaría ser un poco blasfemo. El último libro que me he leído ha sido "La verdadde tito Pratchett y, ya que tiene este título, no puedo mentir: no ha sido el libro de Pratchett que más haya disfrutado de toda la colección. No es que piense que se tiene que quemar la novela en la santa hoguera de la inquisición pero, simplemente, no me ha entusiasmado. Si lo trasladamos al mundo del sexo desenfrenado vendría a ser el polvo de un sábado antes de irse a dormir. Un poco de rutina. No ha habido pasión. No ha estado mal pero tampoco lo recordarás el resto de tu vida.

El libro trata sobre el mundo del periodismo y toda la mierda que gira alrededor de ese mundillo. La premisa podría estar bien pero justamente es ése el punto que me chirría. Me explico... Pratchett inventó un mundo de fantasía donde, a parte de darle un giro cómico a todo el mundo fantástico en general, aprovecha para criticar nuestro mundo jodidamente real. Hasta aquí todo correcto. Lo que a mi me gusta de las historias de Pratchett es justamente eso: entrar en un mundo irreal y fantástico (con sus roles y sus normas) y aprovechar para hablar sobre la vida, el universo y todo lo demás (vale eso es de Douglas Adams pero quedaba bien en mi discurso). En esta historia lo que a mi me chirría es que ha jugado a la inversa: Terry coge un tema que quiere tratar (el lado oscuro del periodismo) y lo intenta meter con calzador dentro de la tierra del MundoDisco. Sí, ya sé que en realidad es lo mismo y el orden de los factores no altera el resultado... pero en esta ocasión a mi no me acaba de gustar y lo veo forzado.

¿Quieres hablar sobre el mundo del periodismo? Haz una historia sobre ello, no hace falta meterlo en el Mundodisco para vender más. Yo te lo compraré igual. Te lo leeré igual. Y hasta me gustará más. Pero es que esta historia me da la sensación que está puesta allí, a lo bruto y sin vaselina.

Pero aún así es Terry Pratchett y Pratchett simplemente es Dios. ¡Qué coño! Precisamente porque es dios no lo puedo criticar. ¡Oh señor! ¡Perdóname que he pecado! No soy digno de ser llamado fan tuyo. ¡Retiro todo lo que he dicho! No es verdad nada de lo que he escrito en este post. Pratchett siempre es el mejor aunque lo que estés leyendo de él sea una lista de la compra que hiciese por allá el 2005. Leed a tito Pratchett ¡Ya!

PD: Por todas las blasfemias que he descrito en este mensaje los próximos días me autoflagelaré como penitencia y escribiré de mi puño y letra un millón de veces en una hoja en blanco: "No tomaré el nombre de Terry Pratchett en vano".

sábado, 24 de junio de 2017

El ferrer de Wootton Major - J. R. R. Tolkien

El ferrer de Wootton Major - J. R. R. Tolkien
Aquesta entrada l'escriuré en català perquè el llibre que he llegit és un recull de relats del senyor Tolkien traduïts al català. Es una edició de la editorial Proa i porta per títol: El ferrer de Wootton Major i La fulla d'en Niggle.

Com que han estat dos relats breus intentaré ser tan breu amb la meva valoració: ¡No puc amb aquest autor!

És que no sé que em passa amb el senyor Tolkien pero continúo sense entrar en el seu món. Sempre que acabo de llegir alguna cosa seva se'm planteja una senzilla pregunta al cap: "I?" I en aquest cas he tornat a preguntar-me el mateix... val, que sí Tolki, que he llegit tot el que has escrit i he seguit amb atenció tot el que  m'has explicat d'aquest món de fantasía pero... i? 

Cony! Que fins hi tot el relat del ferrer no parla d'un ferrer, tracta d'un puto cuiner i el seu pastís! És que no puc!

Tot i així, sabent que hi ha tants fans de l'autor i de la seva obra sempre tinc l'esperança que sigui la propera novel·la la que m'enamori. Mentrestant tots els seus fans em continuaran odiant mentre jo em pregunto: i?

martes, 20 de junio de 2017

La muerte visita al dentista - Agatha Christie

La muerte visita al dentista - Agatha Christie
Poco a poco voy consiguiendo mi hito de leerme toda la bibliografía de la señora Agatha Christie. Según el orden absurdo impuesto por la editorial Orbis en 1987 la siguiente obra que me tocaba era: La muerte visita al dentista.

Tengo un problema con las obras de misterio de Agatha y es que en algunas de ellas se le va la pinza más de lo deseado y su resolución me acaba importando un comino. Complica en exceso los motivos por los que tienen que morir sus personajes, metiéndolos en unos berenjenales que al final me acaban por aburrir y me sacan de la historia. Éste ha sido el caso de esta novela y mira que los motivos para matar a un dentista son infinitos. Y hay uno de muy evidente: es un puto dentista. No necesitas más argumentos, hasta un jurado (limpio de dentistas) seguro que absolverían al asesino. ¡Si hasta el pobre Poirot tiene miedo de su dentista!

En este punto podríamos abrir un paréntesis ( para comentar una de mis teorías sobre algunos detectives aficionados de la literatura o la televisión. Mi teoría versa sobre una de las situaciones que más me cargan de este tipo de detectives: ¿por qué parece que estos personajes son más peligrosos para la salud pública que la peste negra? Es que no es normal ¡allí donde van se cargan a alguien! ¡Es que no es lógico! Para que un detective ocioso participe en un nuevo caso no debería ser necesario el uso de las casualidades cuánticas de que justo al ir al supermercado a comprar la crema depilatoria muera asesinada de una forma cruel una de las cajeras. En teoría la gracia de un detective es que ya te llaman cuando hay un asesinato, no es necesario que los dioses lo fuercen. Pero Poirot tiene, como la Fletcher de la serie de TV Se ha escrito un crimen, ese don innato de matar a todos los que le rodean.


Y después de esta breve introducción ya puedo exponer mi tesis y expresar lo que siempre he sospechado: nuestros queridos detectives aficionados son, en realidad, los auténticos asesinos. Vamos, unos putos asesinos múltiples y unos auténticos depredadores de la vida humana. Luego con su labia prodigiosa engañan al más cuerdo y le endosan el muerto a algún desgraciado que, de forma increíble, confiesa un asesinato que no ha cometido.

Joder, no se tiene que ser un gran investigador para saber que si la única cosa en común que tienen un grupo de asesinatos desperdigados por el espacio y por el tiempo es que el detective Poirot o la Fletcher estaban presentes pues será que ellos son los verdaderos asesinos. ¡Joder, unos putos serial killers! En esta novela Poirot se inventa una explicación increíble para endosarle el muerto a otro y todo el mundo se lo cree porque él lo dice, ¡sin más! Pero yo continúo con mi versión y más plausible: el asesino del dentista es ¡Jessica Fletcher!


PD: Por cierto, en esta obra Agatha vuelve a sacar a la luz su trauma con las canciones infantiles y, para hacerlo un poco más evidente, usa los versos de una cancioncilla como títulos para los episodios. Lo dicho, estaba como un cencerro.

PD2: He estado hablando de la colección de Orbis de 1987 en las últimas entradas y puede que haya gente que se pregunte ¿de qué pollas me está hablando? Aquí pongo una foto de la portada de los susodichos libros y la razón por la que estoy siguiendo en este orden de lectura.



PD3: Esta postdata la he escrito años después solo para decir que ésta es la entrada con más visitas que recibe la página. Esto si que es un misterio y lo otro son tonterías.

sábado, 10 de junio de 2017

Tres ratones ciegos - Agatha Christie

Tres ratones ciegos - Agatha Christie
Continuando con mi intención de leerme toda la bibliografía de la Agatha Christie (partiendo del orden establecido en la colección que Orbis lanzó en el 1987) hoy hago la entrada de la novela corta: Tres ratones ciegos.

Esta historia ya me la leí cuando era un tierno adolescente y aún no había desperdiciado mi vida con el porno gratuito de internet. Es de las pocas historias que recuerdo perfectamente quién es el asesino, así que las posteriores revisiones que he hecho del cuento me he "espoileado" a mi mismo el final y he matado un poco la gracia del asunto. Aún así la historia tiene su miga.

El resumen es que una pareja no tiene otra cosa que hacer en su triste y anodina vida que llevar una pensión sin tener ni puñetera idea de cómo hacerlo (esta situación ya tendría que ser un motivo suficiente para poder matar a alguien). El caso es que, con gran visión del futuro, empiezan con su negocio justo en el momento que la tormenta perfecta (o el Armaggedon nevado) llega a la población y los deja completamente incomunicados. En el interior de la puñetera posada solo se encuentran los dueños y un grupo de turistas, en teoría, completamente desconocidos entre sí. Como siempre pasa uno de todos ellos es un asesino y, como buen asesino, tiende a no dejar sus vicios aunque esté completamente incomunicado y sin aparente salida.


Como digo el cuento mola, el ambiente claustrofóbico también y, con su reducido tamaño, se lee con la misma facilidad que se mata a un desconocido en una casa abandonada. 

Como curiosidad el título hace referencia a una canción infantil que tararea el asesino cada vez que mata. Solo comentar que la pobre autora debería tener algún puto problema con las canciones infantiles porque siempre tiene que aparecer una. Joder, pero ¿qué coño le pasó a esa venerable señora cuando era pequeña para que tendiera a relacionar cualquier canción de la infancia con la muerte y la destrucción? Que sí, que las canciones creadas para cantar a los niños son odiosas pero ¿tanto como para matar? En fin, la cuestión es que Agatha tenía un trauma y lo metió siempre que pudo en una de sus historias.

PD: por cierto, aparece un raro personaje de origen extranjero que va ultra maquillado para pasar desapercibido. Siempre que he leído este cuento he caído en el mismo error: pensar que éste personaje es en realidad el detective Poirot disfrazado. Pues no, el pobre desgraciado no tiene nada que ver con el famoso belga, simplemente mi cabeza se le va la pinza y piensa más de la cuenta.

lunes, 5 de junio de 2017

Matar es fácil - Agatha Christie

Matar es fácil - Agatha Christie
Este año he creado una lista de cosas que tengo que hacer antes de morir, entre ellas se puede encontrar: aprender inglés, escribir un libro, plantar un hijo, tener un árbol y, por último, leerme toda la bibliografía de Agatha Christie. De la autora me he leído un sinfín de títulos pero como que nunca me apunto qué libro me he leído tengo, en mi cabeza, un cacao mental descomunal. Para solucionarlo he decidido leerme todos los libros en un orden concreto... ¿por orden de publicación? Pues no, por orden en que la editorial Orbis decidió ordenar en el 1987 la obra completa de la autora. Así que el título de la señora Christie que el iluminado de Orbis decidió que fuera el primero es: Matar es fácil.

Por desgracia ahora todas las obras me suenan, ya sea por haberla leído o haber visto la serie de televisión, así que no estoy seguro si ha sido mi primera vez con este título o no. Pero bueno, ahora ya puedo tacharlo con seguridad de la lista.

En general es un título entretenido pero no pasará a la historia de mi vida por haber conseguido con su lectura una orgía de placer neuronal. Tanto es así que después de un tiempo de habérmelo leído, ya no me acuerdo quién pollas era el asesino. Eso me pasa por no tener memoria.

Bueno, empiezo explicando un poco su argumento. El resumen es que una vieja cansina se encuentra a un expolicía en un tren y, como que la señora no tiene vida propia, decide explicarle al pobre señor (que no tiene ninguna culpa) las batallitas de su vida. En eso que sin venir muy a cuento, muy de señora mayor la verdad, le comenta que en su pueblo de mala muerte hay un asesino en serie y ella ha descubierto quién es. Después de comerle la oreja durante horas la muy retardada no le confiesa el nombre del asesino porque es mejor esperar y llegar a la comisaria. También es cierto que si lo hiciera la novela acabaría en la página 10 y no tendría ninguna puta gracia. En fin, que por sorpresa la vieja no llega a la comisaría viva porque la atropellan, así que el expolicía decide ir a investigar. El muchacho se pone las pilas, investiga, descubre al asesino y final de la obra.

Y entre medio de todo ese berenjenal de muertes y destrucción el protagonista tiene una aventura amorosa y se casa. Y es en este punto que yo digo: ¡¡¡BASTA!!!! ¡Basta ya de meter historias de amor a la fuerza! ¿El protagonista está soltero? Pues bien por él, que fornique con todas las mujeres atractivas que le dé la puñetera gana  hasta que lo mate una venérea. O que se masturbe porque ninguna mujer lo quiere. Da igual, me la trae floja. Pero por favor, basta ya de chico encuentra chica y mientras encuentran al asesino el amor nace y estalla creando un maldito arco iris gigante de azúcar glasé. ¡Joder! ¡Basta ya!

PD: Por cierto, yo quería que la abuela del principio, la cansina que le come la oreja al expolicía en el tren, fuera la asesina en serie y que por un infortunio del destino no puede continuar matando porque muere atropellada por un coche.

jueves, 1 de junio de 2017

Fotomontajes reales

Y continuamos recuperando cosas que tenía perdidas por ahí. Sí sí, en el trastero también tengo algún fotomontaje real. O sea, de la Familia Real:

Aquí Urdangarín y su consorte cuando se especuló que quizá se los llevaban a Qatar para pasar una temporadilla:
La Familia Real a Qatar

Aquí el rey pasando por el taller de chapado y contrachapado por culpa de sus problemas de salud:
El Rey en reparación

Y, finalmente, la foto que mostraba el porqué de su caída:

Chuck Norris vs Rey Juan Carlos