Como buen lector sin criterio que soy, me he leído este libro muchos años después de haberme tragado la primera novela de Larsson y no impresionarme en demasía. Así que, como marca la pura anarquía de la lógica, en vez de no volver a leerme nada más de la autora, decidí ojear otra novela de la misma saga. Pero, no contento con mi poco criterio "lecturil", he elevado a la máxima potencia mi apuesta y en vez de continuar con la siguiente novela (la segunda de la serie), he decidido dar un triple salto mortal y aterrizar en su cuarto libro... ¿Yo seguir una trama por orden? ¿"pa qué"? ¡Sí amigos, así soy yo!
Pero aunque no lo parezca todo tiene una explicación. Hace poco me compré este libro de segunda mano en el nuevo mercado dels Encants. Casualmente el primero también lo compré en el mismo mercado pero en la antigua localización. Cuando lo vi pensé que le tenía que dar una oportunidad a la autora y ver si quizá fui yo el que pasé una mala época y no la entendí. Soy así de inocente y siempre he creído en las segundas oportunidades (y en los reyes magos). Dicho y hecho, compré el puñetero libro y me lo leí.
Ahora que ya he acabado con ella puedo decir que me he vuelto a quedar tan frío como cuando leí la primera. Tan frío como el puto tiempo de Kiruna, ciudad, o pueblo, o lo que puñetas sea la localización en donde suceden los hechos. Que entiendo que la novela negra haga énfasis en el porqué de las cosas y en los retratos psicológicos de los personajes más que del caso en sí (o sea, que podrían explicarte un caso de asesinato o cómo se hace un buen encaje de bolillos). Vale, eso lo entiendo y me gusta. Pero, en esta serie, no puedo explicar el porqué pero cuando están centrados en el caso me entretiene y me pongo becerro peeeero cuando empiezan a tratar temas de la vida y milagros de los personajes (y el primo lejano de Burgos que ha venido a pasar unos días de visita) me da una bajona que no lo soluciona ni inyectándome café en vena. Y esas bajonas lo único que consiguen es que mi mente se disperse, se olvide de lo que estoy leyendo y acabe soñando despierto con cualquier otra cosa.
Una de las características de toda la serie es que la autora juega con "el tiempo" yendo del presente al pasado y viceversa con total desparpajo y jodiendo las leyes de la relatividad de Einstein. Para liarlo un poco más, a parte de variar el tiempo de la historia, también va entrelazando visiones y miradas de diferentes personajes importantes. Un pupurri que si no vas con cuidado puedes acabar preguntándote en qué año de la historia estás metido y qué personaje te lo está contando. Pero bueno, eso es problema del lector: estate atento y no te pasará nada. No es mi caso por culpa de mi dispersión crónica.
Lo original de esta novela en concreto, a diferencia de las otras, es el narrador que te acompaña en este cambio constante de tiempo, lugar y personajes: no es otro que el espíritu de la propia muerta. Lo encuentro original, la verdad, pero ha provocado, en mi mente, un distanciamiento de la historia. Sí fuera un libro de temática fantástica o de terror no tendría problema, pero al tratarse de una novela negra realista, que de pronto me salga un espíritu por allí pululando me chocaba un poco. Que es una mera excusa para ligar cada escena y no tiene un peso en la obra, vale, pero quizá como que la religión me la paso por el forro de mis creencias pues ese espíritu no me ayuda a centrarme en la historia y mi mente vuelve a estar dispersa por mi mundo interior. Es que cada vez que salía la pobre muerta en escena yo me imaginaba la película Ghost. Que tenía ganas de levantarme y cantar, con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, la canción de Unchained Melody... Guooooo!! maaaai looooof, maaaaaidarliiiin, ai janga.... ai jangaaaaaaaaaaaa!!!!
Vale, sí, acostumbro a hacer relaciones absurdas de conceptos pero así soy yo.
Bueno, resumiendo que es cenutrio... para mi gusto, la historia no tendría que parar cada vez que intenta describirnos la vida de los personajes, la propia historia te tendría que llevar a ello. Que no fuera un: "mira ahora voy un momento al pasado de este pavo para decirte que no es tan malo va... y después te diré lo que le pasó al gato cuando era pequeño para que sepas porque se asusta cada vez que me bajo los pantalones...". ¡No, así no! No me digas las cosas ¡enséñamelas!. Aún así la novela se lee bien y lo más importante, aunque sea una serie de libros, se puede leer de forma independiente sin haberte tragado los libros previos.
Puntuación:
-Historia: En una puntuación que va del 1 al 5 yo le pondría un 4... cuatro cafés que me tenía que tomar para no evadirme en los momentos de bajona de la historia.
-Personajes: Me pone el personaje de Rebecka Martinson, la abogada y protagonista de la serie. Es ver un personaje asocial y con traumas para aburrir y ya la querría adoptar.
-Portadas: Tengo que decir la verdad, compré los libros porque me gustaron sus portadas, y eso no se debe hacer lo sé y no volverá a ocurrir. (Vale, si que puede ocurrir porque me he vuelto a comprar otro libro de la Larsson y me lo estoy leyendo).
-Preguntas sin responder: Hay dos muertos, una pareja de jóvenes viciosos. Solo encuentran el cuerpo de la chica y su espíritu es el único que se pasa toda la puñetera novela viajando por el tiempo y estando junto a los personajes ¿Por qué el pobre chico nunca aparece? ¿Hay discriminación por tema sexual en los espíritus? ¿En realidad el chico no está muerto y ha aparecido en una isla misteriosa con un secreto escondido? En realidad ¿el chico está vivo, ha matado a la chica y toda la novela es una patraña? ¿Debería dejar de hacer preguntas e irme ya a dormir?
0 comentarios:
Publicar un comentario