A principios de enero me acabé la novela El secreto de la modelo extraviada del escritor barcelonés, y reciente ganador del Premio Cervantes, Eduardo Mendoza. Como iré recordando a menudo, esto no es una página de crítica literaria, por lo tanto si eres un navegante errante quedas advertido. Es un diario personal a partir de los libros que he leído en un año. Así que quizá haga una crítica al libro, o simplemente hable de la chica mona que me vendió el libro, o simplemente escriba una paja mental porque he dejado de tomar la medicación. En resumen, esto solo es una excusa para cuando sea ya senil poder recordar, con más exactitud, ese momento que estuve entretenido con el dichoso libro y todo lo que me provocó.
Esta novela la conseguí gracias a un intercambio en wallapop: 3 libros del mismo autor (que ya no me iba a leer más) por el último libro que había escrito. En un primer momento no parece una buena idea hacer un cambio d 3 libros por 1 solo, pero una cosa que me define es que no tengo ningún puto criterio. Antes de hacer el cambio no me había planteado leerme el libro, en realidad no sabía ni de su existencia, pero como casualmente hacía 4 días (literalmente) que al autor le habían dado el premio Cervantes pues pensé que sería buena idea ponerlo en lo alto de la lista de libros para leer.
No era muy difícil pensar que la novela me iba a enganchar, me gusta el sentido del humor del autor y por lo tanto ya iba predispuesto. Hay un misterio, sí, pero importa una mierda su resolución. En realidad importa muy poco la historia en general que cuenta, ya que es una mera excusa para meter sin parar personajes absurdos y estrambóticos de la Barcelona pre (y post) olímpica. Mendoza es como Woody Allen que ya sabes por donde van a ir los tiros. Y no vale la frase "Oh! siempre es lo mismo" porque ya sabes a lo que vas. Yo si cada día tengo sexo desenfrenado con la mujer más sexy del planeta no me voy a quejar diciendo: "Oh! siempre es lo mismo". Pues algunos autores son mi sexo seguro cerebral.
Hay dos personajes que me ponen morcillón: el portero de la escalera donde se ha cometido el crimen. Un personaje que se toma su profesión como si de un policía se tratara. Nunca deja su puesto, siempre está al servicio de su escalera. Aunque un poco inocente ya que el protagonista se lo torea cada dos por tres. Y el personaje que más me gusta, por bizarro, es la prostituta travesti agente de la guardia civil en excedencia y posterior animador de tertulias políticas en una radio ultracatólica y de extremaderecha. Aquí Mendoza tendría que hacer como Terry Pratchett y dentro del mundo de la Barcelona preolímpica hacer series de libros con diferentes personajes característicos. Ya tenemos la serie del detective sin nombre, este personaje de la travesti ex guardia civil merece serie propia YA! Creo que voy a hacer una campaña para ello... o simplemente voy a ver porno y a olvidar el tema.
Puntuación:
-Historia: Eso que pasa mientras aparecen los personajes.
-Personajes: Muchos y variados, escoge el que más te guste y ya puedes masturbarte pensando en él.
-Numeración de las páginas: Correcta, con una correlación de números equilibrada y muy ordenada.
-Valoración del libro: Pues por ahora el valor del libro es 0 porque lo he puesto de nuevo en el Wallapop y nadie me lo ha comprado. También estoy dispuesto a cambiarlo por otro libro o por un par de gallinas ponedoras. Precio negociable.
jueves, 26 de enero de 2017
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