Me leí el primer libro y no me gustó demasiado. Años después, le doy una última oportunidad a la autora, me leo la cuarta entrega y me pasa tres cuartos de lo mismo. Así que, como dicta la lógica humana, he tenido que leerme el tercero y ¡oh, sorpresa! me ha dejado igual de frío que los otros. Ahora sí que ya no me leo más, éste será el último... pero es que me gustan tanto sus portadas que ya he comprado el quinto y estoy mirando en el "gualapop" el segundo libro para tener toda la serie completa... ¡Sí! ¡soy gilipollas!
Otra vez me ha pasado lo mismo que con los otros libros: cuando la Åsa está centrada en el caso de asesinato la trama es entretenida y digerible. Pero cuando a la autora se le va la castaña explicando a qué huelen las cosas que no huelen (sim sum) pues solo consigue que mi mente se olvide de todo lo que estoy leyendo y acabe pensando en otras chorradas.
Diosssss otra vez me he dispersado... continuemos....
Pero esta vez tiene delito porque aparece un personaje, Ester, que no sé qué pollas aporta a la historia. Y el problema no es solo ese, el gran problema es que el personaje en sí ¡me gusta! Pero es que no aporta nada, simplemente te explica otra puta historia y su relación con toda la trama está cogida con pinzas (unas de esas pinzas largas). ¿Que pinta aquí la niña pintora y toda su infancia? ¿Simplemente para rellenar páginas?. Y vuelvo a decir, que esa mini historia, en realidad, me interesaba pero solo si luego tenía algún tipo de relación con el resto. Joder, que también me parece interesante la vida de la cantante australiana Natalie Imbruglia y me pone un montón. ¡Que me estoy tocando solo de escuchar su voz! Pero si en medio de la trama de asesinato me empiezas a contar que su primer sencillo se llamó Torn, apareció en el 1997 y fue la bomba alcanzando el número uno de las listas de singles de todo el puto mundo mundial, lo único que consigues es paralizar la historia y hacerme olvidar qué coño estaba yo leyendo.
Aixxx... es ver a la Imbroo en modo depresivo y ya tengo ganas de adoptarla. ¡Mierda! Ya estamos otra vez ¡maldita mente dispersa! ¡Céntrate!
Pues a lo que iba, que de todas las novelas que he leído de Åsa ésta es la que más congelado me ha dejado. Aún así, el libro empieza con ritmo e interés, parecía que sería el definitivo, el que me haría entrar (por fin) en el mundo larssonil... pero de pronto la escritora decide escribir sobre personajes inconexos y cuando parece que se ha cansado de hacer el libro se lo ventila con unos tiros que no vienen a cuento y ale... a pensar en la siguiente novela... ¡No, hija no! Así no vamos bien... Ya que ella puede acabar así su novela, yo acabo está crítica de la misma manera: ¡A cascarla!
Puntuación:
En una escala del 0 al 10 (donde 0 es la puntuación más baja y 10 la más alta) después de leer éste libro puedo decir que 5 es la mitad.
-Historia: Muy absorbente, con doble capa de celulosa y máxima absorción... Sim sum sim sum sim sum sum sum uuuuuuuuuit
-Personajes: "A Ester le gustaba estar así. Desanimada. ¿Por qué se ha de estar siempre contenta?" Por un personaje nuevo y molón que la autora se saca de la chistera, en realidad, solo sirve para paralizar la puta historia. ¡Mierda de vida!
-Curiosidades: ¿Sabías que si lees el nombre de la autora al revés se te acaba subiendo la sangre a la cabeza?
-Preguntas sin responder: ¿Por qué cuando la gente habla de Natalie Imbruglia piensa en anuncios de compresas?
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