domingo, 29 de enero de 2017

Cuando pase tu ira - Åsa Larsson

Cuando pase tu ira de Åsa Larsson
La siguiente novela del mes de enero que me he leído ha sido Cuando pase tu ira de Åsa Larsson.

Como buen lector sin criterio que soy, me he leído este libro muchos años después de haberme tragado la primera novela de Larsson y no impresionarme en demasía. Así que, como marca la pura anarquía de la lógica, en vez de no volver a leerme nada más de la autora, decidí ojear otra novela de la misma saga. Pero, no contento con mi poco criterio "lecturil", he elevado a la máxima potencia mi apuesta y en vez de continuar con la siguiente novela (la segunda de la serie), he decidido dar un triple salto mortal y aterrizar en su cuarto libro... ¿Yo seguir una trama por orden? ¿"pa qué"? ¡Sí amigos, así soy yo!

Pero aunque no lo parezca todo tiene una  explicación. Hace poco me compré este libro de segunda mano en el nuevo mercado dels Encants. Casualmente el primero también lo compré en el mismo mercado pero en la antigua localización. Cuando lo vi pensé que le tenía que dar una oportunidad a la autora y ver si quizá fui yo el que pasé una mala época y no la entendí. Soy así de inocente y siempre he creído en las segundas oportunidades (y en los reyes magos). Dicho y hecho, compré el puñetero libro y me lo leí.

Ahora que ya he acabado con ella puedo decir que me he vuelto a quedar tan frío como cuando leí la primera. Tan frío como el puto tiempo de Kiruna, ciudad, o pueblo, o lo que puñetas sea la localización en donde suceden los hechos. Que entiendo que la novela negra haga énfasis en el porqué de las cosas y en los retratos psicológicos de los personajes más que del caso en sí (o sea, que podrían explicarte un caso de asesinato o cómo se hace un buen encaje de bolillos). Vale, eso lo entiendo y me gusta. Pero, en esta serie, no puedo explicar el porqué pero cuando están centrados en el caso me entretiene y me pongo becerro peeeero cuando empiezan a tratar temas de la vida y milagros de los personajes (y el primo lejano de Burgos que ha venido a pasar unos días de visita) me da una bajona que no lo soluciona ni inyectándome café en vena. Y esas bajonas lo único que consiguen es que mi mente se disperse, se olvide de lo que estoy leyendo y acabe soñando despierto con cualquier otra cosa.

Una de las características de toda la serie es que la autora juega con "el tiempo" yendo del presente al pasado y viceversa con total desparpajo y jodiendo las leyes de la relatividad de Einstein. Para liarlo un poco más, a parte de variar el tiempo de la historia, también va entrelazando visiones y miradas de diferentes personajes importantes. Un pupurri que si no vas con cuidado puedes acabar preguntándote en qué año de la historia estás metido y qué personaje te lo está contando. Pero bueno, eso es problema del lector: estate atento y no te pasará nada. No es mi caso por culpa de mi dispersión crónica.

Lo original de esta novela en concreto, a diferencia de las otras, es el narrador que te acompaña en este cambio constante de tiempo, lugar y personajes: no es otro que el espíritu de la propia muerta. Lo encuentro original, la verdad, pero ha provocado, en mi mente, un distanciamiento de la historia. Sí fuera un libro de temática fantástica o de terror no tendría problema, pero al tratarse de una novela negra realista, que de pronto me salga un espíritu por allí pululando me chocaba un poco. Que es una mera excusa para ligar cada escena y no tiene un peso en la obra, vale, pero quizá como que la religión me la paso por el forro de mis creencias pues ese espíritu no me ayuda a centrarme en la historia y mi mente vuelve a estar dispersa por mi mundo interior. Es que cada vez que salía la pobre muerta en escena yo me imaginaba la película Ghost. Que tenía ganas de levantarme y cantar, con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, la canción de Unchained Melody...  Guooooo!! maaaai looooof, maaaaaidarliiiin, ai janga.... ai jangaaaaaaaaaaaa!!!!




Vale, sí, acostumbro a hacer relaciones absurdas de conceptos pero así soy yo. 

Bueno, resumiendo que es cenutrio... para mi gusto, la historia no tendría que parar cada vez que intenta describirnos la vida de los personajes, la propia historia te tendría que llevar a ello. Que no fuera un: "mira ahora voy un momento al pasado de este pavo para decirte que no es tan malo va... y después te diré lo que le pasó al gato cuando era pequeño para que sepas porque se asusta cada vez que me bajo los pantalones...". ¡No, así no! No me digas las cosas ¡enséñamelas!. Aún así la novela se lee bien y lo más importante, aunque sea una serie de libros, se puede leer de forma independiente sin haberte tragado los libros previos.


Puntuación:

-Historia: En una puntuación que va del 1 al 5 yo le pondría un 4... cuatro cafés que me tenía que tomar para no evadirme en los momentos de bajona de la historia.
-Personajes: Me pone el personaje de Rebecka Martinson, la abogada y protagonista de la serie. Es ver un personaje asocial y con traumas para aburrir y ya la querría adoptar.
-Portadas: Tengo que decir la verdad, compré los libros porque me gustaron sus portadas, y eso no se debe hacer lo sé y no volverá a ocurrir. (Vale, si que puede ocurrir porque me he vuelto a comprar otro libro de la Larsson y me lo estoy leyendo).

-Preguntas sin responder: Hay dos muertos, una pareja de jóvenes viciosos. Solo encuentran el cuerpo de la chica y su espíritu es el único que se pasa toda la puñetera novela viajando por el tiempo y estando junto a los personajes ¿Por qué el pobre chico nunca aparece? ¿Hay discriminación por tema sexual en los espíritus? ¿En realidad el chico no está muerto y ha aparecido en una isla misteriosa con un secreto escondido? En realidad ¿el chico está vivo, ha matado a la chica y toda la novela es una patraña? ¿Debería dejar de hacer preguntas e irme ya a dormir?

sábado, 28 de enero de 2017

¡¡A la mierda!! Crítica literaria (de gran nivel) de "El Hipnotista"...

Antes de empezar esta web, ya había leído algún que otro libro, así que he decidido empezar un nuevo apartado sobre mis paranoias con los libros leídos antes del 2017 y que me han gustado o que me han traumatizado de por vida. Empiezo por un libro que más bien estaría en el segundo apartado, se trata de la novela “El hipnotista” de Lars Kepler (un seudónimo utilizado por un matrimonio sueco de escritores). Y ¿cuál ha sido mi valoración literaria después de leer este libro? Pues si lo tuviera que puntuar del 1 al 10 el resumen sería un gran: “¡¡A LA MIERDA!!”. Vale, ya sé que no es una gran crítica literaria pero es que realmente es un libro de más de 600 páginas de un “¡¡A LA MIERDA!!” seguido detrás del otro. Y es por eso que he querido compartir con todo el mundo mi estado de RABIA y absoluta INDIGNACIÓN al leer este best-seller.

Mi decisión de escoger este libro fue tan absurda como casi todas mis decisiones en esta vida: vi el título y me extrañó tanto que lo acabé cogiendo de la biblioteca. ¿“Hipnotista”? ¿Desde cuándo se ha utilizado esta palabra para llamar al señor “hipnotizador”? Pues bueno, se ve que al traductor le moló más esta palabreja y consiguió llamar mi atención. Ya con el libro en mi poder lo leí enterico, sin dejarme una sola página, 600 del tirón, pim pam. Y ¿me lo leí por el interés que despertaban sus personajes y su original historia? ¡No! Me lo leí entero simplemente porque no podía creer lo que estaba leyendo. ¿Alguien había ganado dinero por escribir eso? Joder, que no sé si era por su pareja de escritores o por culpa de sus traductores (sí, también son más de uno) pero esa aberración estaba mal escrita, mal estructurada y parece que nadie lo haya revisado antes de publicar. Es verdad que yo no soy escritor y que mi prosa te provocan ganas de arrancarte los ojos con una cuchara para los helados, pero yo no vivo de ello y no soy un puto novelista superventas como ese par.

Y ¿por qué digo todo esto? Pues porque si decides escribir con tu pareja, como mínimo, podrías leerte los capítulos que ha hecho la parienta para intentar tener una obra un poco coherente y que la historia no avance, como los trenes de “rodalies”, lenta y a trompicones. La puta estructura del libro tiene, en general, mucho delito. Pero la parte más sangrante es el momento que deciden hacer 150 páginas de flashback ¡en la mitad del libro! Que si eso no es una cortada de rollo ya me contareis qué coño lo es. Te llevan por un lado y cuando comienza a ponerse la trama “interesante” deciden hablarte del pasado de un personaje parando en seco la historia (y es tan interesante y útil dentro de la novela como si hubiesen querido hablarte del tiempo que hace en la Patagonia en los meses de verano de cinco a seis de la tarde). Y después de 150 páginas reemprenden la historia como si tal cosa. Joder, hijos de vuestra mala madre que ya no me acuerdo por donde iba la trama!!! “¡¡A LA MIERDA!!”

Y eso son los aspectos generales, pero ahora empecemos a destrozar la trama en sí (por ahora no diré nada que no salga en la contraportada o en las primeras páginas, cuando empiece con los spoilers ya avisaré). Todo empieza así:

Erase que se era, en una feliz y bella aldea sueca, una (no menos feliz y no menos) bella familia es brutalmente asesinada. Cuando la policía ya está pensando en barrer a los cuerpos y meterlos en las típicas bolsas de basura para cadáveres de tamaño estandard, descubren que uno de los hijos (que, textualmente, tiene múltiples heridas ¡¡¡MORTALES!!!) ¡aún está VIVO! ¡ALELUYA señor! Pero no es la única sorpresa: la hija mayor de la familia no se encuentra en casa, ha desaparecido. Esto significa que el asesino seguramente estará buscándola.

Hasta aquí parece ser una relato interesante, a pesar del hecho que una de las víctimas con múltiples heridas mortales aún no esté muerta. El problema es que todo el interés por la obra acaba aquí y el resto no entra ni con toda la vaselina del mundo. Y esto continúa:

La policía local, de la ya no tan bella localidad sueca, quiere hablar con el único superviviente de la tragedia para conseguir un retrato robot del asesino y poder salvar a la desaparecida hermana. Así que la forma más natural para hacer despertar a un adolescente moribundo y obligarlo a recordar todo un proceso traumático, que le ha llevado al hospital, es hacer venir a un vendemotos para hipnotizarlo.

A ver, a ver... Estooo... señores escritores pensémoslo solo un segundo antes: ¿la gran solución al problema es hipnotizar a un adolescente medio muerto intubado hasta la epiglotis? ¿Pero estamos apoyardaos o cómo va eso? No sé el resto del mundo pero yo en este punto ya he salido de la historia porque no entiendo qué coño pinta aquí el protagonista hipnotizador de los cojones. Y el gran problema es que esto sucede en las primeras dos páginas y solo me quedan 600 páginas más para poder decir a cada vuelta de hoja: “¡¡A LA MIERDA!!”

Vale, entiendo que los autores quisieran hacer un libro sobre un hipnotizador, pero ¡jodios! ¿no podían hacerlo aparecer de otra forma menos forzada? Que no sé en Suecia pero en Espanya los hipnotizadores no entran en la Seguridad Social y menos para reanimar pacientes con heridas mortales. ¡Por favor señores un poco de credibilidad! Y ya se que muchos me recriminareis que esto es un libro de ficción y como es ficción puede pasar cualquier cosa... y yo os respondo: ¡Y UNA PUTA MIERDA! 


Superman también es ficción, mejor dicho, es fantasía pura y dura, pero joder hasta en la vida del superhéroe tiene que haber unos límites bien establecidos de lo que es creíble. A ver, que Superman pueda volar nos lo creemos, que tenga una fuerza increíble nos lo creemos, que se coloque unas gafas y mágicamente nadie lo reconozca nos lo creemos... y ¿por qué? Pues porque el autor así lo ha decidido, pero una vez ha delimitado qué se puede hacer y qué no, ya no puedes pasar esta barrera sin que alguien salte y envíe al autor a la mierda. Si yo decido hacer una película de Superman y cuando llego al final se me va la pinza y escribo esto: 

“Superman no consigue salvar a su churri de una muerte cruel e inhumana, así que el extraterrestre en mallas se le antoja salir al espacio exterior y girar alrededor de la Tierra a gran velocidad hasta conseguir cambiar el sentido de rotación del planeta. Este hecho hace que, pasándose por el forro la teoría de la relatividad, consigue volver al pasado para salvar a la chica”. 

A ver, seguramente muchos pensareis que Superman es la polla pero en ningún momento hemos insinuado su capacidad de volver al pasado gracias a sus poderes, así que si veo la película de Superman y acaba de esta manera le diría al señor director Richard Donner: ¡¡A LA MIERDA!!.


Y éste, para mí, es el gran problema de “El hipnotista”, que cada dos por tres los autores se sacan de la chistera sus trucos de magia por no saber solucionar los argumentos que ellos mismos han creado. Así que ésa es la causa principal del porqué, al leer esta novela, me ha provocado un aumento testicular hasta el punto de estallar y decir con todo el cariño y respeto a los autores de este libro: ¡¡A LA MIERDA!!.





Y una vez finalizada la crítica y quedarme a gusto, haré un listado de todos esos momentos de vergüenza ajena que he encontrado. Así que los que no habéis leído el libro dejad de leer el post porque a partir de aquí vienen los SPOILEEEEEEEERS!

Pues resulta que después de hipnotizar al adolescente descubrimos que el asesino es ¡EL MISMO ADOLESCENTE! Sí señores, el niño se carga a toda su familia y decide autolesionarse para despistar a la policía. Que tal como se dice en la primera página del libro y yo he recordado insistentemente: ¡El puto niño tiene diversas heridas mortales! No una no, ¡diversas! ¡¡¡Y encima se las ha hecho él mismo, ¡¡¡el puto amo vamos!!!

Una vez el “prepuber” descubre que el hipnotizador le ha hecho hablar más de la cuenta le amenaza de muerte (que el niño es el puto amo pero también es cierto que es un poco imbécil. Si no querías tener problemas no te dejes hipnotizar so mamón).

El puto adolescente, insistiendo por enésima vez, con diversas heridas MORTALES y con un pie en el otro barrio, consigue escapar del hospital por su propio pie, matando a toda enfermera que se le pasa por el camino y finalmente se esconde por los alrededores. Por suerte el policía principal de la historia, el más listo del lugar, descubre al niñato y empieza una persecución hasta el aparcamiento. El adolescente, que en teoría era casi un cadáver pocas páginas antes, consigue parar un coche, dejar medio lisiado al conductor y escaparse en el automóvil por la ciudad. Por si no estaba ya suficientemente herido, nuestro policía también le mete un balazo al crío, pero como los niños suecos son más duros que los vascos eso no sirve para nada. El mejor policía del lugar 0 – niño precadáver 1.

La policía sabiendo que el chico ha amenazado de muerte al hipnotizador decide avisarle por teléfono para preguntar si quería protección policial (a eso se le llama ser un policía educado) pero no le cogen el teléfono. Los policías insiten pero nada, que no hay respuesta. Mientras, en el otro lado, el señor hipnotizador está tranquilamente en su casa y como no reconoce el número de teléfono decide no responder (en eso me parezco al hipnotista). Así que la situación es la siguiente:

“Un asesino adolescente, pero inmortal, ha amenazado a un desgraciado vendemotos. Este desgraciado vendemotos no responde a las numerosas llamadas de teléfono de la policía. ¿Cuál es la decisión de los oficiales? ¡¡¡Llamar otro día!!!.

¡BRAVO! ¡BRAVO! ¡BRAVO CAPRABO! ¡Bravo con la policía de ese país!

Esa misma noche, entran en casa del señor Hipno, drogan a su mujer y secuestran a su hijo. El Hipno, como que esa noche había discutido con su parienta, se ha metido de somníferos hasta el culo y está tranquilamente durmiendo en la habitación de invitados (a pan y agua pero durmiendo como una marmota). Al día siguiente, la policía al enterarse de todo lo sucedido hace una valoración de la situación. Un adolescente inmortal ha amenazado de muerte al Hipno, la misma noche que el niño se escapa del hospital alguien entra en su casa, droga a su mujer y rapta a su hijo. Conclusión policial: El hijo no ha sido raptado se ha escapado con su novia. ¡OLE!, ¡OLE! y ¡OLE! Esta policía es la puta ostia.

Y ya llegados a este punto del libro, mi interior arde en deseos que algún adolescente como el que sale en la novela se cargue a los putos atores del libro. ¡Pero es que hay más! Lo mejor de todo es que lo explicado hasta ahora es un simple MCGuffin de mierda, porque el puto adolescente psicópata y su puta familia ya no sirven para nada más en la historia. Es más, el niño psicokiller con superpoderes muere en manos de su hermana por una mierda de cuchillo. ¿Pero el cabrón no era inmortal? Joder pensaba que sólo podría morir al caer dentro de una caldera con hierro fundido o congelado por nitrógeno líquido... Y ¿ahora qué hacemos? Si el puto niño es un McGuffin, ¿alguien habrá secuestrado al hijo del tarado hipnotizador, o al final es que la policía es más lista de lo que la pintan? Pero claro, nadie puede ser el malo porque ya no queda nadie más en la historia con algún motivo para hacerlo. Y aquí amigos y amigas es donde los autores se sacan un puto flashback de 150 páginas. ¡CON DOS COJONES SÍ SEÑOR!

Sí, el puto flashback es una simple excusa para poner unos cuantos personajes más con posibilidades de ser el malo maloso. El Hipno recuerda que hace 10 años tuvo un grupo de locos e intentó curarlos con dosis de hipnotismo (con lo fácil y sencillo que es drogar a la gente). Al final hay un puto lío con los locos y su carrera se va al garete, su matrimonio se rompe y lo amenazan de muerte (tiene un puto imán para las amenazas de muerte). Y como esto es algo que nos pasa cada día, el puto Hipno no piensa en ello hasta la mitad del libro. ¡¡¡QUIERO MATAAAAR!!!!


Y aquí ya me he cansado de criticar el puto libro (esto solo es la mitad de la novela). A partir de ese momento los autores se van sacando personajes sin ningún tipo de lógica ni sentido, ahora el suegro del Hipno, ahora unos niños con nombres de pokemons... y ya llega el momento que lanzas el puto libro con rabia, coges un encendedor y quemas todo ese montón de chorradas sin sentido y gritas con todas tus fuerzas : “¡A LA MIERDA!”


viernes, 27 de enero de 2017

Mensaje pasivo agresivo

Este post no tiene nada que ver con ningún libro leído (o quemado) hasta la fecha. En esta entrada lo que publico es un cartel que me encontré en mi calle y que me hizo pensar. Normalmente en el barrio de Gracia de Barcelona hay muchos sabios filósofos pululando por las calles intentando hacerte ver el lado positivo de la vida. En este caso un vecino quiso colgar una poesía hablando sobre los animales y la importancia de su cuidado.

Mensaje pasivo agresivo para los propietarios de perro

Aviso al que vea que deja mear su perro en esta fachada le voy a dar de ostias y le metere el perro por el culo. Aviso hace daño

jueves, 26 de enero de 2017

El secreto de la modelo extraviada - Eduardo Mendoza

El secreto de la modelo extraviada - Eduardo Mendoza
A principios de enero me acabé la novela El secreto de la modelo extraviada del escritor barcelonés, y reciente ganador del Premio Cervantes, Eduardo Mendoza. Como iré recordando a menudo, esto no es una página de crítica literaria, por lo tanto si eres un navegante errante quedas advertido. Es un diario personal a partir de los libros que he leído en un año. Así que quizá haga una crítica al libro, o simplemente hable de la chica mona que me vendió el libro, o simplemente escriba una paja mental porque he dejado de tomar la medicación. En resumen, esto solo es una excusa para cuando sea ya senil poder recordar, con más exactitud, ese momento que estuve entretenido con el dichoso libro y todo lo que me provocó.

Esta novela la conseguí gracias a un intercambio en wallapop: 3 libros del mismo autor (que ya no me iba a leer más) por el último libro que había escrito. En un primer momento no parece una buena idea hacer un cambio d 3 libros por 1 solo, pero una cosa que me define es que no tengo ningún puto criterio. Antes de hacer el cambio no me había planteado leerme el libro, en realidad no sabía ni de su existencia, pero como casualmente hacía 4 días (literalmente) que al autor le habían dado el premio Cervantes  pues pensé que sería buena idea ponerlo en lo alto de la lista de libros para leer.

No era muy difícil pensar que la novela me iba a enganchar, me gusta el sentido del humor del autor y por lo tanto ya iba predispuesto. Hay un misterio, sí, pero importa una mierda su resolución. En realidad importa muy poco la historia en general que cuenta, ya que es una mera excusa para meter sin parar personajes absurdos y estrambóticos de la Barcelona pre (y post) olímpica. Mendoza es como Woody Allen que ya sabes por donde van a ir los tiros. Y no vale la frase "Oh! siempre es lo mismo" porque ya sabes a lo que vas. Yo si cada día tengo sexo desenfrenado con la mujer más sexy del planeta no me voy a quejar diciendo: "Oh! siempre es lo mismo". Pues algunos autores son mi sexo seguro cerebral.

Hay dos personajes que me ponen morcillón: el portero de la escalera donde se ha cometido el crimen. Un personaje que se toma su profesión como si de un policía se tratara. Nunca deja su puesto, siempre está al servicio de su escalera. Aunque un poco inocente ya que el protagonista se lo torea cada dos por tres. Y el personaje que más me gusta, por bizarro, es la prostituta travesti agente de la guardia civil en excedencia y posterior animador de tertulias políticas en una radio ultracatólica y de extremaderecha. Aquí Mendoza tendría que hacer como Terry Pratchett y dentro del mundo de la Barcelona preolímpica hacer series de libros con diferentes personajes característicos. Ya tenemos la serie del detective sin nombre, este personaje de la travesti ex guardia civil merece serie propia YA! Creo que voy a hacer una campaña para ello... o simplemente voy a ver porno y a olvidar el tema.

Puntuación:

-Historia: Eso que pasa mientras aparecen los personajes.
-Personajes: Muchos y variados, escoge el que más te guste y ya puedes masturbarte pensando en él.
-Numeración de las páginas: Correcta, con una correlación de números equilibrada y muy ordenada.
-Valoración del libro: Pues por ahora el valor del libro es 0 porque lo he puesto de nuevo en el Wallapop y nadie me lo ha comprado. También estoy dispuesto a cambiarlo por otro libro o por un par de gallinas ponedoras. Precio negociable.

lunes, 23 de enero de 2017

Mi primera vez

Esta publicación es personal e intransferible. Así que si lees esto sin mi permiso vigila que te estoy observando y, en cualquier momento, puedo saltar encima tuyo y morderte la yugular (o sentarme en la cama acompañado de una tuna y cantarte una canción de Pitingo) lo que más miedo te dé.

En realidad este blog me servirá para llevar un listado de todos los libros leídos durante el año y así tener un control de si me he portado bien los últimos 365 días. Pero lo más importante, cuando en un futuro me atropelle un camión de reparto y pierda mi vida (y las llaves de casa) podrán conectar mi cerebro a una computadora central para recuperar todos mis conocimientos e intenciones de dominar el mundo subidos en la nube.

Antes de empezar con los libros que ya me he comido este principio de 2017, voy a intentar recordar los que leí el año pasado, cada vez que me acuerde de uno lo iré actualizando, y si alguno me impactó positiva o negativamente pues le haré un reportaje a todo color con fotos mías desnudo leyendo el susodicho libro... 

Drácula, el no muerto - Dacre Stoker
Drácula - Bram Stoker
Frankenstein o el moderno Prometeo - Mary Shelley
Vampiros - John Steakley
L'esglèsia del mar - Ildefonso Falcones
Yo Robot - Isaac Asimov
Tiempos interesantes - Terry Pratchett
Mascarada - Terry Pratchett
Buenos Presagios - Terry Pratchett y Neil Gaiman
La tierra larga - Terry Pratchett y Stephen Baxter
Saga Millennium - Stieg Larsson
Los hombres que no amaban a las mujeres
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
La reina en el palacio de las corrientes de aire
El restaurante del fin del mundo - Douglas Adams
El laberinto mágico - Phillip José Farmer

Alguno más habrá que no me acuerdo y otros que no estoy seguro si fueron leídos este último año o el anterior. Pero bueno, mi memoria es la que es.

Por último otro título que merece una mención es el libro del reciente ganador del premio Cervantes, El secreto de la modelo extraviada de Eduardo Mendoza. Y es que lo empecé a leer a finales del 2016 y lo acabé en el 2017. Eso significa que este libro cae de la lista del 2016 y pasará a ser la primera entrada librera del 2017.