Para empezar este post, dedicado a un mítico libro de la ciencia ficción universal, me gustaría mencionar un hecho que parece más de ciencia ficción que el argumento del propio libro en sí: hace unos años yo tenía novia.
Lo que parece un hecho intrascendente (no tanto para mí sino para el devenir del mundo) en este post tiene una importancia vital ya que esta chica era muy fan de la serie Dune de Frank Herbert y, en un intento de culturizar a una joven mente tremendamente influenciable, me recomendó su lectura con todo el fervor del mundo.
Como que soy una persona facilona y hago todo aquello que me mandan, he acabado por leérmela. Es cierto que ya hace más de trece años que no estoy con esta chica, pero además de influenciable soy un puñetero vago redomado y, aunque hago las cosas, siempre lo dejo todo para el día siguiente. Bueno, a lo que iba, que finalmente me he leído la novela y he tenido una sensación un tanto extraña. Casi como un deja vu, con este libro me ha sucedido lo mismo que con la muchacha que me lo recomendó. He tenido una relación parecida de amor-odio.
Todo empezó genial, no sé si hubo flechazo pero como mínimo sí que existía algo que indicaba que aquello era especial. Y no el significado de especial que usa mi hermana cada vez que habla de mí a sus amigas, más bien la acepción positiva de la palabra. Parecía que había encontrado a mi Bene Gesserit y yo me había convertido en su Kwisatz Haderach. Pero a medida que avanzaba la relación todo se estancó, ni metiendo un buen puñado de especia (en realidad, ni fumándola) parecía que aquella relación avanzase ni pudiese llegar, finalmente, a buen puerto. El antaño paraíso se había transformado en un páramo yermo lleno de gusanos como lo era Arrakis. Y, cuando menos me lo esperaba se produjo el final, un final abrupto aunque largamente anunciado. Fue un mes muy intenso, el mismo tiempo que he tardado en leerme esta puñetera historia.
Y con el libro me ha sucedido exactamente lo mismo. No me ha disgustado pero toda la parte central ha sido lenta de cojones. Acompañado de la sensación que el libro estaba a punto de terminar y la batalla final no había ni comenzado. Y cuando empieza decide ventilárselo de un plumazo. Que pensando que el puñetero libro es gordaco como una mala cosa, haberse currado un final un poco más cuidado y no tan precipitado hubiese sido todo un detalle. He tenido la sensación de cuando estás en un examen y ya has llenado casi los dos folios que tienes permitido usar con mucha morralla y aún tienes que responder siete preguntas para poder acabar.
Sé que soy el único en el universo que lo piensa así pero considero que, como las relaciones de pareja, esta saga está un poco sobrevalorada. La conclusión de todo ello se resume en, si tu pareja te recomienda leer la saga Dune, huye corriendo porque significa que ya no te quiere, te dejará de forma precipitada y acaparará toda la especie para ella sola. ¡Maldita bruja Bene Gesserit!
viernes, 22 de noviembre de 2019
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