Aquí el título de mi nuevo post podría haber sido ¿Cuántos libros de un mismo autor tengo que leer antes de poder asegurar que no me gusta? Puede parecer una pregunta estúpida (igual que todas las preguntas que me hago) porque la respuesta tendría que ser: uno. Pero ¿y si ese autor es un escritor un tanto obsesivo y tiene tropocientasmil obras? ¿Y si justo el libro que me he leído es el único que no me gusta de él?
Por poner un ejemplo, podría llegar a pensar que no me gusta la banda de rock Queen si el único disco que he escuchado es el de Hot Space. O ¿qué hubiese sucedido si la primera película de Star Wars que hubiese visto fuera La amenaza fantasma?
En resumen, que este año he decidido que fuese el año de Stephen King y ya me he leído unas cuantas obras suyas solo para comprobar si he tenido mala suerte en la elección de sus novelas o simplemente no me acaba de convencer el puñetero autor.
En esta última ocasión he decidido leerme la novela El pasillo de la muerte o La milla verde. Esta novela la escogí por diversas razones: la primera porque tenía el libro (una de las mejores razones para leer una novela); la segunda porque también estoy en un año que no dejo de leer libros que tienen su versión cinematográfica, así puedo comparar y decir aquello tan pedante de: "es mucho mejor el libro que la película"; y la última (pero no por ello una excusa más absurda que las anteriores) fue por el proceso en que se llevó a cabo esta novela.
El pasillo de la muerte se editó por partes, como si fuera un folletín. Cada cierto tiempo se publicaba un capítulo y hasta la publicación del siguiente no podías continuar. Se supone que se empezó a publicar sin que tito Stephen hubiese acabado y, por lo tanto, supiese su final. Estas pruebas que Stephen King ha intentado siempre para darle un toque distintivo a sus obras me encantan. Este tipo de jueguecitos que se trae el escritor son de admirar (aunque algunas veces haya fracasado como la de publicar directamente su obra por internete). Así que decidí leerme la novela y, de paso, jugar al mismo juego planteado por el autor. Me leí un volumen por día como si cada día me hubiese comprado un fascículo nuevo en el quiosco.
Y aquí estoy, después del sexto volumen puedo decir que he acabado con la misma opinión que tenía del autor antes de empezar. Que sí, que muy buenas ideas pero no me acaba de convencer todo el conjunto. Esa sensación de que Stephen King no escribe novela, escribe "novela corta alargada". Que es de los que piensa que: "si puedo explicar lo mismo con treinta páginas más ¿por qué no hacerlo? ¿Qué podría salir mal?".
Además, en esta ocasión me da la impresión que la historia da ciertos tumbos como si realmente la hubiese empezado sin saber cómo iba a acabar. Por ejemplo, me da la impresión que ese roedor tenía que ser algo más importante en la historia con ese halo mágico y místico que aparece en los primeros capítulos para acabar siendo... pues eso, un puto ratón. ¿Por qué das tanta importancia a su misteriosa forma de desaparecer por arte de magia cada vez que entra en una de las celdas? ¿O que solo come la comida que le lanzas si eres un tipo de guardia determinado? Tengo la sospecha que ese ratón iba a ser más determinante en la obra y finalmente el devenir de la propia historia acabó por diluirse.
Pero bueno, quizá solo sea yo. A todo el mundo le gusta el señor King, así que supongo que le daré otra oportunidad (aunque este año ya lleve unas cuantas). Y sigo con la misma duda que al principio: ¿Cuántos libros de un mismo autor tengo que leer antes de poder asegurar que no me gusta?
jueves, 11 de julio de 2019
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