El libro del que escribiré hoy es un libro especial, no tanto por su calidad sino porque es de esos libros que se hacen muy famosos pero a mi me da un palo enorme empezar a leerlos. La novela no es otra que la de El niño con el pijama de rayas del escritor John Boyne.
No es que le tenga manía porque no me gusten los libros más vendidos ni nada parecido, lo que pasa es que hay historias que tengo cierta tendencia a evitar. En general son los que van de guerra (es igual si es la del Vietnam, la Guerra Civil, Mundial o la de los mundos) y también me cuesta las historias que tratan el Holocausto. Sí, son historias que me echan para atrás en un primer momento. Y El niño con el pijama de rayas no podía ser menos, por mucho que a la gente le gustara y hasta hicieran versiones en el cine de la novela. Yo hasta ahora había preferido leer cualquier otra cosa.
Pero el otro día me compré un lote de libros y uno de ellos era este ejemplar. Lo puse a la venta para poder recuperar parte de la inversión que hice con el resto de libros. Pero algo dentro de mí me dijo: ¿Por qué no le das una oportunidad y te lo lees antes? Y así fue que, después de comprobar que el libro no era demasiado largo y el tamaño de las letras era el estándar para ciegos, decidí lanzarme a por él.
La historia más o menos ya me la sabía porque la gente tiende a hablar y hacer spoilers y porque el póster de la película es bastante explícito. Así que no tuve las sorpresas que podría haber tenido si hubiese leído totalmente "virgen" esta historia. No está mal la novela pero tengo la sensación que han hecho demasiado ruido para tan pocas nueces. Niño de familia nazi conoce a niño en campo de concentración (bueno, lo conoce a la mitad del libro en realidad). En medio libro se hacen amigos y durante ese tiempo nadie se empana que están allí (la seguridad de los campos nazis no era lo que yo me imaginaba). Final típico de las historias del Holocausto y fin de la aventura.
No es un libro malo pero obra brillante como me la han pintado algunos pues como que tampoco. También tengo que añadir que a parte de no hacerme ilusión los libros de guerra o del Holocausto, hay otra cosa que no me gusta: los libros en donde el narrador es un niño pequeño. Hay muchos libros así, lo sé, pero todos tienden a fallar en un pequeño detalle: no parecen libros protagonizados por niños pequeños, tienden a parecer niños con alguna tara mental muy avanzada. ¿Por qué tenemos la sensación cuando nos hacemos mayores que los niños son gilipollas? De pequeños podríamos ser inocentes pero no éramos tontos (o no lo eran todos). De verdad que es un mal en muchos escritores que, al intentar pensar como un niño, los retratan siempre como si fueran un poco lerdos. Y en esta ocasión pues más de lo mismo, el niño aunque tiene 9 años tiene la mentalidad de uno de 2. Por dios, ¡9 añazos! ya éramos un poco más espabilados a esa edad, ¡no jodas!
En definitiva, libro recomendado para gente mayor que hace muchos años que ha dejado de ser un niño y se piensa que estos son tontos.
PD: Vendí el libro poco después de leerlo y me enteré que es un libro de lectura obligada para los adolescentes en la escuela. ¿Cuántos alumnos acabarán odiando al escritor simplemente por ser una lectura obligada? Algún día me gustaría ver un estudio sobre lo útiles que son este tipo de lecturas en la escuela y si no son contraproducentes.
viernes, 15 de septiembre de 2017
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