Y después de leerme una novela de Joe Hill he decidido leerme otra novela de Joe Hill. Ésta lleva por título Cuernos.
Por ahora, de todas las novelas que me he leído del muchacho, ésta es la mejor. No impresiona mucho porque es la segunda que me leo, pero el caso es que me ha gustado bastante. Y, dicho esto, ya puedo empezar a destrozarla.
Si en la anterior novela la acción aparecía muy pronto, en ésta el escritor directamente decide empezar por el nudo. En las primeras páginas ya sabes que un pobre desgraciado se ha levantado de una resaca descomunal con unos bultos sospechosos en la cabeza. En las siguientes descubres junto al protagonista que esas protuberancias le conceden un poder muy particular. Particular y muy cachondo ya que las reacciones que provoca ese poder en la gente son muy divertidas.
¡Joder! ¡El principio de la novela es la ostia! ¡Me ha enganchado más que la droga más dura que he probado nunca! (En este punto podría patrocinarme la Coca-cola). El caso es que Joe Hill te presenta una situación muy loca y la información te la va ofreciendo en pequeñas dosis para conseguir que no puedas dejar de leer ni una sola página. Y es en este punto que, después de contar todas las hojas que tiene el libro (son un cojón y medio por cierto), me pregunto: ¿podrá mantener esta tensión en toooooodo lo que queda de novela? Si es así podré asegurar que Joe Hill me mola más que su padre, el señor Stephen King. Podría mantener un poco la intriga pero como que me da palo escribir responderé rápido y conciso: ¡No! El señor Hill no mantiene el nivel. Y lo peor es que hace una trampa de escritor que odio con toda mi alma: empezar una acción en in media res y cuando ya no sabes como continuar, meter un puto flashback de trescientas putas páginas. ¡Idos a la mierda!
Cuando me hacen eso me pongo de los nervios. Y mira que al empezar a leer el puto libro estaba rezando a todos los dioses en los que no creo que no me metiera ningún puto flashback. Pero ¡PAM! Cuando llega al cénit de la tensión, el cabrón del señor Hill decide poner el freno de mano y meterte todas las putas páginas que se había olvidado poner al principio. ¡Atomalpolculo! Si empiezas como has empezado, tienes que seguir la apuesta, el problema es que eso es muy jodido y seguramente pocos escritores lo consiguen. Hill, no es uno de estos pocos.
Una vez superado el trauma, la historia en sí me gusta, podría haber sido una novela de esas de tenerte que tocar después de su lectura, pero aunque no llegue a ese éxtasis lecturil, no está mal. Aquí vuelvo a recordar que Joe Hill no escribe novelas de terror, es más bien fantasía con mucho sentido del humor. Y esto último, en estos tiempos, se agradece.
PD: Eso sí, el próximo autor que decida meterme un flashback de doscientas páginas en medio de una novela porque se haya quedado sin argumentos, pienso ir a su casa y canearlo a base de bien. ¡Dicho queda!
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